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A 25 años de la entrada en vigencia de la Convención sobre las Armas Químicas, hay que evitar que reaparezcan

Se están cumpliendo 25 años de la entrada en vigencia de la Convención sobre las Armas Químicas, es un acuerdo internacional con el que se debe completar el próximo año la destrucción total de los arsenales de armas químicas existentes.

El principal objetivo es que no reaparezcan y poder prevenir futuras amenazas, de acuerdo con el planteamiento de un experto del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de los Estados Unidos en un artículo de la revista “Science”.

El 29 de abril del año 1997 entró en vigencia la Convención sobre las Armas Químicas

Luego de varias décadas de fuertes negociaciones, el 29 de abril de 1997 comenzó a regir la Convención sobre las Armas Químicas (CAQ); en la que 193 naciones del mundo (excepto Corea del Norte, Israel, Egipto y Sudán del Sur), se comprometieron a no desarrollar, producir, transferir, almacenar o emplear este tipo de armamento de destrucción.

Por encima del 99 % de todos los equipamientos de armas químicas que han sido declarado, ya fueron destruidos bajo la supervisión del organismo de aplicación de la CAQ, la OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas). Este órgano recibió en el 2013 el Premio Nobel de la Paz por sus grandes esfuerzos para eliminar dichos arsenales.

Se sospecha del uso de armas químicas en la guerra de Ucrania

La Convención sobre las Armas Químicas y OPAQ se encuentran en una encrucijada

Sin embargo, y a pesar de su gran éxito, Tuan H. Nguyen, del Centro de Investigación en Seguridad Global perteneciente al Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de los Estados Unidos; advirtió que luego de 25 años, la Convención y la OPAQ están ahora en una encrucijada.

El punto de vista de Nguyen apareció recientemente en un “policy forum” de la revista “Science”; donde el experto hace un repaso a los logros obtenidos y los retos que aún están por delante para adaptarse a la amenaza futura que representan las armas químicas.

Desde que fue creada la OPAQ, una de sus misiones principales siempre ha sido la destrucción de depósitos y de la capacidad de producción de esta clase de armamento. Se espera que para el próximo año se hayan logrado eliminar en su totalidad los pocos almacenes y arsenales de armas químicas declarados que todavía existen.

Nguyen dijo que la OPAQ debe pasar de centrarse en el desarme, para pasar a prevenir que no reaparezca este tipo de armas.

También aseguró Nguyen que Estados Unidos debe hacerlo antes del 31 de septiembre del 2023. De acuerdo con Oficina Ejecutiva del Programa de Alternativas a las Armas Químicas Ensambladas, para el 15 de abril de este año, aún quedan 334,8 toneladas de gas mostaza en la instalación de destrucción de la localidad de Pueblo, en el estado de Colorado; y unas 252,2 toneladas de agente nervioso o VX en la zona de destrucción de la localidad de Blue Grass, en Kentucky.

SegúnNguyen, el hito que representa la eliminación completa de las armas químicas declaradas, significa también un cambio fundamental para la OPAQ; debido a que tendrá que dejar de ser un organismo centrado en el desarme, a convertirse en una organización centrada en prevenir que reaparezca este tipo de armas.

Nuevo enfoque para la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas 2.0

Enfocada en la próxima conferencia de revisión de la Convención sobre las Armas Químicas en 2023; el experto señaló las oportunidades y desafíos de una llamada OPAQ 2.0 de última generación. Y dijo que esta debe ser capaz de reforzar la normativa internacional contra las armas químicas.

Además de la incorporación de más elementos cualitativos al sistema de verificación y del seguimiento del ritmo de los avances tecnológicos y científicos; donde se incluye a los nuevos mecanismos de síntesis y producción química en pequeña escala.

Aunque Nguyen hace el planteamiento de todos estos retos en un contexto mundial en el que este tipo de armamento ha regresado; como queda demostrado en varias acciones bélicas recientes e intentos de asesinatos. Para dar un ejemplo, están las armas químicas utilizadas por la Fuerza Aérea de Siria en Saraqib el pasado 4 de febrero de 2018, según fue confirmado por el Equipo de Investigación e Identificación de la OPAQ.

También esta organización tuvo que prestar su asistencia técnica al gobierno de Malasia en el 2017, en el momento en que se usó el agente nervioso VX para el asesinato de Kim Jong-nam; quien es hermanastro del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. También el 2018 la organización proporcionó ayuda cuando fue usado “novuchok” (un tipo de agente nervioso desarrollado por la Unión Soviética); para envenenar al exoficial militar ruso Segei Skripal y a su hija Yulia.

Se sospecha del uso de este tipo de armas en la guerra de Ucrania

Nguyen prefirió no comentar sobre el caso de Rusia y la posibilidad de que esté usando armas químicas en su invasión a Ucrania; sin embargo, la Secretaría Técnica de la OPAQ informó que está bastante preocupada por información no confirmada de medio de comunicación acerca del uso de esta clase de armas en Mariupol. De igual forma de bombardeos contra plantas químicas localizadas en Ucrania, además de las acusaciones hechas por ambos ejércitos sobre el posible uso de sustancias químicas tóxicas.

Son los gobiernos que promueven un tipo de programas que representan las formas en las que están reapareciendo las armas químicas; sin embargo, también existen otras vías, como el caso de las organizaciones terroristas y grupos criminales.

E incluso personas que lo hacen por su propia cuenta; ya que este tipo de armamento se puede elaborar a pequeña escala en ambientes domésticos o en laboratorios reducidos.

La OPAQ, que en la actualidad está dirigida por el diplomático español Fernando Arias; está trabajando de diversas maneras para lograr impedir que se desarrollen cualquiera de todas estas posibilidades.

Finalmente, Nguyen dijo que el tratado contempla una serie de disposiciones que buscan ser una red de seguridad y verificación para enfrentar las actividades no declaradas y clandestinas; además pueden ayudar en la prevención del terrorismo químico. El mayor reto para la OPAQ 2.0 no se encuentra en el marco jurídico de la CAQ; tampoco en las herramientas necesarias para adaptarse, está en la voluntad política de usarlas, dijo el experto.

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