Icono del sitio Noticias en español

Es conocida entre los surfistas como la ola más larga del mundo. ¿Pero realmente lo es la ola de Chicama?

Las olas en Chicama rompen progresivamente en un extenso tramo de la línea de la costa peruana

El oleaje en Chicama rompe desde la izquierda

Con bastante frecuencia las aguas de la costa del Pacífico al norte del Perú en Chicama, forman lo que se conoce entre los amantes del surf, como la ola más larga del mundo.

Algunas olas pueden ser montadas por algunos segundos, pero la ola más larga del mundo puede ser cabalgada por varios minutos

No hay manera de saber con certeza si este oleaje es el más largo del mundo, pero las olas que se forman, que aparentemente son interminables y llegan hasta el pueblo pesquero de Puerto Malabrigo, en Chicama, Perú; son legendarias entre los fanáticos del surf.

Ciertamente, existen olas famosas en distintas partes del mundo que pueden ser montadas por varios segundos, pero las olas de Chicama pueden ser cabalgadas durante varios minutos.

Los oleajes que provocan las famosas olas de Chicama (la ola más larga del mundo), son visibles en la imagen tomada el día 23 de marzo del 2021; por medio del Generador operacional de imágenes de tierra u OLI, a bordo de Landsat 8. Puede ser observado filas tras filas de olas alineándose de manera ordenada al tiempo que se van acercando a la costa de Puerto Malabrigo.

Los oleajes que provocan las famosas olas de Chicama, vistos desde el Generador operacional de imágenes de tierra

Olas que vienen desde el océano Antártico

De acuerdo con el oceanógrafo de la Universidad de Maine y ex surfista, Andrew Thomas; estas olas son generadas por sistemas de tormentas y frentes meteorológicos a cientos o miles de kilómetros de distancia en el Pacífico; y también ocasionalmente son generadas en el océano Antártico.

A medida que el oleaje se propaga por medio de las aguas abiertas, las olas con unas longitudes de ondas y velocidades similares, se van ordenando y empiezan a viajar juntas. Provocado porque la costa de Perú es bastante profunda, dijo el oceanógrafo. Y agregó que estos inmensos oleajes seguirán su viaje hasta llegar muy cerca de la costa.

Las olas en Chicama rompen progresivamente en un extenso tramo de la línea de la costa peruana

Por otro lado, está la característica fortuita para los amantes del surf; de que las olas en Chicama que llegan del océano abierto van casi paralelamente a esta parte de la costa del Perú. Según Thomas, este hecho no es común en Chile o en Perú; donde la mayor parte de las olas solo chocan contra una orilla que es perpendicular a la dirección de propagación de las olas. Dicha disposición significa que el oleaje de Chicama puede romper de manera progresiva a lo largo de un extenso tramo de la línea de la costa.

Las rompientes que los surfistas cabalgan con mayor frecuencia empiezan a lo largo del cabo que se adentra en el océano Pacífico. En ese lugar es donde 4 puntos: Llaves, Malpaso, El Hombre y Point; activan la cresta de las olas provocando que se vuelquen y se extiendan a medida que se van acercando a la orilla menos profunda.

El oleaje en Chicama rompe desde la izquierda

Las olas en Chicama van rompiendo desde la izquierda; lo que quiere decir que se van extendiendo de izquierda a derecha desde la perspectiva de alguien que observe desde la orilla.

La presencia de olas más grandes es todavía mayor en los meses de marzo a noviembre, y en ese lapso de tiempo varias de las secciones se conectan de vez en cuando. La distancia que existe entre Malpaso hasta el muelle es de cerca de 4 kilómetros o 2,5 millas; sin embargo, los deportistas tienen que montar varias olas para lograr recorrer toda esa distancia.

El sitio de ensueño para los sufistas

Las condiciones oceánicas y costeras de este lugar en Perú, crean lo que Thomas denominó como un sitio de ensueño para los surfistas. Y es tanto de esa manera que, en el año 2013 el área recibió protección del gobierno del Perú contra el desarrollo y la construcción de una infraestructura que le haría daño a las olas más grandes del mundo.

Desde Chicama, que se convirtió en la primera ola en ser incluida en el Registro de Olas Protegidas; docenas de otras olas en distintos lugares del país sudamericano se han agregado a la lista.

Compartir noticia:
Salir de la versión móvil