Icono del sitio Noticias en español

Pekín: Xi, Putin y Kim se dan cita en un desfile de poder militar y diplomático

Xi, Putin y Kim: desfile militar en Pekín

Un desfile que combina poder militar y diplomacia estratégica

Pekín se convirtió este martes en el epicentro de la geopolítica mundial. Xi Jinping, presidente de la República Popular China, Vladímir Putin, presidente de Rusia y Kim Jong-un, líder supremo de Corea del Norte se reunieron en un evento que combina diplomacia y exhibición militar. La cita, organizada por el gobierno chino, marca el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial y busca resaltar el peso de China en el tablero internacional, con Xi mostrando tanto su autoridad interna como los apoyos con los que cuenta su régimen.

Tres líderes: quién es quién en el centro de la geopolítica mundial

Tres de los líderes más influyentes y controvertidos del panorama internacional se dieron cita en Pekín: Xi Jinping, Vladímir Putin y Kim Jong-un. Cada uno encarna un modelo de poder marcado por el autoritarismo, el control político y la confrontación con Occidente. Sus trayectorias, aunque distintas, convergen en un mismo objetivo: reforzar sus regímenes y proyectar influencia global.

Xi Jinping

Presidente de la República Popular China desde 2013 y secretario general del Partido Comunista. Es considerado el líder más poderoso del país desde Mao Zedong. Bajo su gobierno, China ha consolidado su papel como potencia global, reforzando su influencia diplomática, económica y militar en todo el mundo.

Vladímir Putin

Presidente de Rusia desde el año 2000, con un breve intervalo como primer ministro, Putin es una de las figuras más influyentes y polémicas de la política internacional. Su liderazgo ha estado marcado por el autoritarismo, la centralización del poder y la confrontación con Occidente, especialmente tras la invasión de Ucrania en 2022.

Kim Jong-un

Líder supremo de Corea del Norte desde 2011, tras la muerte de su padre Kim Jong-il. Es heredero de la dinastía fundada por su abuelo Kim Il-sung y gobierna un régimen fuertemente aislado, con un férreo control interno y constantes tensiones frente a Estados Unidos y Corea del Sur, mientras mantiene una estrecha relación con Pekín.

El tercer desfile bajo el liderazgo de Xi

El evento desarrollado en Pekín es el tercer desfile militar de esta magnitud durante el mandato de Xi Jinping y el primero desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, lo que otorga al evento un trasfondo aún más significativo en un momento de tensiones crecientes entre Washington y Pekín. La puesta en escena incluye la exhibición de armamento de última generación y la reafirmación del poderío chino ante aliados y rivales.

Putin y Xi, sintonía estratégica

El encuentro entre Xi y Putin destacó por la buena sintonía entre ambos líderes, quienes aprovecharon la ocasión para anunciar avances concretos en la cooperación energética. Entre los acuerdos, sobresalen la construcción de un nuevo gasoducto, el incremento de la venta de gas ruso a China y la exención de visados para favorecer los intercambios bilaterales.

Xi subrayó que su objetivo es “fortalecer los intercambios” con Rusia, mientras que Putin habló de una relación “sin precedentes”, poniendo de relieve la alianza estratégica que ambos países han tejido frente a las presiones occidentales.

La presencia de Kim Jong-un

La asistencia de Kim Jong-un agrega un matiz especial al encuentro. El líder norcoreano, tradicionalmente reservado en sus apariciones internacionales, se suma a Xi y Putin en una muestra de respaldo mutuo que refleja el interés común en mantener un frente unido frente a Estados Unidos y sus aliados en Asia. Su presencia también refuerza la posición de Pekín como actor central en la península coreana.

China, entre la memoria y la proyección

El desfile militar no solo conmemora la victoria sobre Japón en 1945, sino que también funciona como una plataforma de proyección internacional para China. Xi busca enviar un mensaje doble: por un lado, reafirmar el legado histórico de su país en la Segunda Guerra Mundial; por el otro, mostrar que bajo su liderazgo, China es un actor decisivo y respaldado por socios clave como Rusia y Corea del Norte.

Un mensaje para Occidente

El acto en Pekín va más allá de la conmemoración histórica. Con la guerra en Ucrania, las tensiones en el mar de China Meridional y la competencia tecnológica y económica con Estados Unidos, la cita se interpreta como un mensaje directo a Occidente: China no está sola y cuenta con aliados dispuestos a respaldarla en su visión de un orden internacional multipolar.

Compartir noticia:
Salir de la versión móvil