Icono del sitio Noticias en español

El curioso caso del quolls, marsupial australiano adicto al sexo

Al borde de la extinción tenemos en esta ocasión un acercamiento a la curiosa vida de los pequeños quolls del norte

Los quolls cuyo nombre científico es Dasyurus hallucatus, se encuentran en peligro de extinción y son de los pocos mamíferos que dedican tanta energía para una sola época de apareamiento

Al borde de la extinción tenemos en esta ocasión un acercamiento a la curiosa vida de los pequeños quolls del norte, marsupiales australianos con un ritmo de vida bastante acelerado. Los machos de esta especie se reproducen solo en un momento temprano de sus vidas hasta que mueren.

Estos simpáticos animales tienen un tamaño similar al de un gato común pero un aspecto de roedor con manchas claras en su pelaje marrón. Su zona de distribución es el norte de Australia, pero la característica más llamativa es que los machos tienen un impulso irracional por mantener relaciones sexuales; tanto es así, que interrumpen sus horas de sueño para buscar una hembra con la que aparearse.

 Esta clase de comportamiento puede ser uno de los motivos principales de que los quolls estén en peligro. Los libidinosos marsupiales terminan tan exhaustos luego de la temporada de reproducción, que mueren por el agotamiento y la falta de sueño, siendo esta la única época reproductiva en sus vidas.

La investigación que busca explicar este fenómeno animal

Los quolls cuyo nombre científico es Dasyurus hallucatus, se encuentran en peligro de extinción y son de los pocos mamíferos que dedican tanta energía para una sola época de apareamiento, tal estrategia reproductiva se denomina semelpariedad. Una práctica que a los machos les cuesta la vida, pero que a las hembras les permite seguir reproduciéndose por cuatro años más luego de su primera temporada.

Para saber la razón exacta de porque los machos sufren este trágico destino siendo tan jóvenes, las universidades de Sunshine Coast y Queensland han puesto a sus investigadores manos a la obra; con un estudio que consta en colocar mochilas rastreadoras sobre la espalda de ejemplares salvajes en la isla Groote Eylandt, ubicada al noreste de Australia.

Con las mochilas rastreadoras, los investigadores establecieron los parámetros del comportamiento, la velocidad y distancia recorridas por los especímenes del estudio; logrando clasificar las diferencias entre machos y hembras en su hábitat. En el caso de no encontrar diferencias significativas, entonces los machos morían por algún aspecto desconocido de su fisiología. Pero de cualquier forma, ese no fue el caso.

Otras especies marsupiales pueden presentar un comportamiento similar al del quolls

Los quolls no descansan, no se alimentan, ni se acicalan correctamente

En términos generales, los quolls machos pasaron menos tiempo, descansando, comiendo y aseándose que las hermanas. Esto con la intención de buscar más hembras para reproducirse, por lo que recorrían mayores distancias y además tenían menos cuidado de los depredadores. Al dejar de acicalarse quedaban más vulnerables ante parásitos y enfermedades.

Durante el estudio se observó como se estropeaba la salud de los especímenes a tal grado que perdían bastante masa corporal, además de actuar con imprudencia y se volvían más agresivos. Los científicos sostienen que, estos rasgos presentes en los machos y no en las hembras, se relacionan estrechamente con la falta de sueño.

El investigador Joshua Gaschk, autor principal del estudio publicado en ‘Royal Society Open Science’, señala que “la falta de descanso y los síntomas relacionados durante un gran lapso de tiempo; conducen a una recuperación nula y resultan ser la causa más viable de la muerte que les espera a los quolls machos luego de terminar la temporada de apareamiento“.

En palabras de Gaschk, “los quolls machos se vuelven presa fácil para sus depredadores, se hacen más propensos a los golpes de los vehículos o simplemente terminan muriendo de agotamiento“.   

Uno de los casos más destacables fue el de dos machos nombrados ‘Moimoi’ y ‘Cayless’; el primero recorrió una distancia de 10,4 km y el segundo 9,4 km, ambos en solo una noche. Un equivalente de distancia para el ser humano sería de 35 a 40 km basado en las zancadas normales de una persona al caminar” destacó el investigador.

Otras especies marsupiales pueden presentar un comportamiento similar

Fue Joshua Gaschk quien comunicó el riesgo al que se exponen los quolls machos cuando gastan tanta energía en su misión reproductiva; no les quedan fuerzas para huir de los depredadores, evitar los automoviles o mantenerse limpios contra parásitos y enfermedades. Factores que pueden matarlos antes de que el agotamiento lo haga. Pero también otras especies marsupiales pueden presentar un comportamiento similar.

Los científicos sugieren que otras especies marsupiales también pueden presentar este déficit de sueño en temporadas de reproducción; como por ejemplo, el antechinus (ratón marsupial), el demonio de Tasmania o la zarigüeya de América. Esta última ya ha mostrado indicios de comportamiento similar a los quolls, pero sin llegar a un extremo mortal, igualmente hacen falta más estudios para cada una de las especies mencionadas.

Compartir noticia:
Salir de la versión móvil