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El Tango, patrimonio argentino

Tango

Tango, Patrimonio Cultural de la Humanidad

El Tango es una danza y un género musical, característicos del Río de la Plata, principalmente de las ciudades de Buenos Aires (en Argentina) y Montevideo (en Uruguay). Desde el 30 de septiembre de 2009, fue declarado (para ambas ciudades) Patrimonio Cultural Inmaterial por la Humanidad por la Unesco.

El tango es una música apasionada, con gran sentimiento, muy intensa. Es el símbolo más representativo de la cultura de Buenos Aires y nació entre las clases más bajas de ambas ciudades, en el puerto, en los burdeles, en la periferia de la ciudad. Se formó de la fusión de elementos de las culturas afroargentinas y afrouruguayas, de los criollos y de los inmigrantes europeos. De este proceso de hibridación, el resultado es el tango, una expresióna artística y cultural que hoy es uno de los principales rasgos de la identidad del Río de la Plata.

El Tango aparece en la segunda mitad del siglo XIX, en el marco de las grandes oleadas inmigratorias de la Argentina. Se trató de una música eminentemente popular, rechazada por las clases altas y la iglesia católica. Se desarrolló en los suburbios y barrios pobres, los arrabales, el puerto, los prostíbulos, los bodegones y las cárceles, donde confluía la población local, descendientes en su mayoría de indígenas y esclavos africanos.

Tango que era danza

El Tango nació como una danza, antes que una música. La danza fue evolucionando y hacia 1850 se danzaba un tipo de tango llamdo “canyengue”. El término “canyengue” es de origen africano y significa “caminar con ritmo”.

Tanto Buenos Aires como Montevideo eran puertos autorizados para el comercio de esclavos. Hasta principios del siglo XIX, la esclavitud era una moneda corriente en el Río de la Plata. Se calcula que entre 1777 y 1812 entraron al puerto de Buenos Aires y Montevideo más de 700 barcos y 72 mil esclavos africanos. En 1813 se prohibió el comercio de esclavos y se estableció la libertad de vientres, por tanto todo el nacido de una mujer esclava, no era esclavo sino libre. Finalmente, con la Constitución de 1853 quedó definitivamnete abolida la esclavitud.

En la primera mitad del siglo XIX, las comunidades afrorrioplatenses formaron en los barrios populares “academias” o “milongas” que servirían como puntos de reunión, de baile y diversión.

La más antigua de las academias se llamaba “Academia de Pardos y Morenos” y data de 1830. Poco a poco las academias y milongas se multiplicaron asociadas a la venta de bebidas. A partir de 1870, se bailaba tango en los prostíbulos.

En esos ámbitos de intimidad nació el tango, con una manera peculiar de bailar: la pareja enlazada estrechamente en un abrazo sensual, con los cuerpos y rostros en contacto, con el hombre marcando el paso y la mujer respondiendo a la marcación varonil.

Tango de salón

Ese abrazo coregráfico se tomó del vals y de la mazurca, la danza polaca. El vals estaba de moda en Europa en la primera mitad del siglo XIX. A la vez una pareja abrazada era indecente y escandalizaba a las clases altas inglesas. Así abrazados, las clases sociales populares crearon el tango, que hacía reeferencia a las negras, las pardas, las chinas, el tano, los compadritos, quienes le irían agregando al tango otros elementos como el corte y la quebrada. El resultado fue una danza sensual que revolucionaría la manera de bailar en todo el mundo.

El origen del tango

Si hablamos del origen del tango, hubo tres aportes negros decisivos que le dieron origen: uno es el candombe, la música africana, otro es el procedente de Cuba, la contradanza europea convertida en habanera y la milonga, oriunda de Brasil y traída por los soldados del ejército de Urquiza. Luego recibirá los aportes de la inmigración. De ese sincretismo nace el tango. Buenos Aires era el último puerto del mundo, adonde llegaban todas las músicas recogidas por los artistas y los marineros en otros puertos. La larga estadía de los barcos en el puerto permitía el intercambio con los habitantes.

Según las investigaciones, seis estilos musicales principales dejaron su impronta en el tango: el tango andaluz, la habanera cubana, el candombe, la milonga, la mazurca y la polka europea. Estas formas musicales bien diversas sumadas a otras (zarzuela, sainete, tango andaluz, payada, milonga) provenían de los orígenes más diversos: africanos, gauchos, hispanos, coloniales, italianos, judíos, alemanes, polacos, andaluces, cubanos, etc. Estas expresiones culturales se fueron fusionando a lo largo de aproximadamente 40 años hasta afianzarse como un nuevo género cultural con identidad propia en la última década del siglo XIX.

El escritor Ernesto Sábato llamó al tango un fenómeno híbrido, fruto de la cultura gauchesca, hispana, africana, italiana y la enorme diversidad étnica de la gran ola inmigratoria llegada principalmente de Europa.

“Un pensamiento triste que se baila”

En Buenos Aires los principales barrios donde se gestó el tango fueron San Telmo, Balvanera, Monserrat, La Boca, Barracas, San Cristóbal y Palermo. El tango fue muy resisitido por las clases altas y las iglesia que asociaban el tango al prostíbulo y lo llamaban música prostibularia. Escritores vinculados a la clase alta como Jorge Luis Borges o Ezequiel Martínez Estrada lo describían como una música pecaminosa, violenta. propia del bajo mundo criminal.

Otros, como Enrique Santos Discépolo, uno de los máximos poetas del tango, lo definió como “un pensamiento triste que se baila”.

De a poco el tango fue llegando a otros públicos, ingresando a los teatros, cafés, circos, salones de baile y cabarés. El tango “canyengue” original se fue suavizando, eliminando los cortes y quebradas y comienza a bailarse en la calle y en los conventillos. Hasta que en los años 20, ya sin la fama de danza prohibida, se convierte en el tango de salón o tango de pista.

El tango hoy

Hoy el tango es uno de los géneros musicales más conocidos del mundo. Muchas de las letras están escritas en un argot local rioplatense denominado lunfardo y suele expresar las emociones, tristezas especialmente del amor. En la actualidad, es uno de los atractivos que más fascina a los turistas y también a los argentinos. Cada vez más gente toma clases en las academias y acude a las milongas.


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