Rutas del vino en México. Aunque muchas personas asocian el vino con países como Francia, Italia o Argentina, México ha ido ganando protagonismo en la escena vitivinícola internacional. Con una historia que se remonta al siglo XVI, hoy el país cuenta con varias regiones productoras que ofrecen vinos de gran calidad, experiencias enoturísticas completas y maridajes con la exquisita gastronomía mexicana.
Si eres amante del vino o simplemente buscas una escapada diferente, aquí te presentamos cuatro rutas del vino en México que no puedes dejar de explorar: desde los valles del norte hasta el corazón del Bajío, cada una con identidad propia.
Ruta del Queso y del Vino en Querétaro
Viñedos, queserías y encanto colonial
Ubicada a solo dos horas de la Ciudad de México, esta ruta es ideal para una escapada de fin de semana. Enmarcada por paisajes semidesérticos, pueblos mágicos y haciendas coloniales, esta región es conocida por sus espumosos al estilo champenoise y quesos artesanales.
¿Qué hacer?
- Visitar viñedos como Freixenet, Viñedos La Redonda y Los Rosales, con recorridos guiados, catas y picnic entre vides.
- Conocer las queserías de Tequisquiapan y degustar quesos de cabra, vaca u oveja.
- Recorrer el Pueblo Mágico de Bernal y subir la Peña, uno de los monolitos más grandes del mundo.
- Participar en eventos como la Feria del Queso y el Vino en Tequisquiapan.
Ensenada, Baja California
La capital del vino mexicano
La región del Valle de Guadalupe, cerca de Ensenada, es la zona vitivinícola más importante de México. Aquí se concentra más del 70% de la producción nacional. Su clima mediterráneo y su cercanía al mar generan condiciones ideales para la vid.
¿Qué hacer?
- Visitar bodegas icónicas como Monte Xanic, L.A. Cetto, Casa de Piedra o El Cielo, y disfrutar de catas, visitas a las barricas y menús maridados.
- Comer en restaurantes de cocina de autor como Deckman’s en el Mogor o Fauna, con productos locales y vista a los viñedos.
- Dormir en hoteles boutique, glampings o cabañas entre las vides.
- Asistir a las Fiestas de la Vendimia, un evento anual con música, gastronomía y vino en todo su esplendor.
Parras de la Fuente, Coahuila
Donde nació el vino en América
Parras es una joya escondida en el semidesierto de Coahuila. Fue el primer lugar de América donde se cultivó la vid con fines comerciales en el siglo XVI. Hoy mantiene esa tradición con un encanto histórico y natural incomparable.
¿Qué hacer?
- Recorrer Casa Madero, la vinícola más antigua del continente (1597), con catas en su impresionante hacienda. No te pierdas la colorida Capilla de San Lorenzo.
- Visitar otras vinícolas como Rivero González y Don Leo, que han ganado premios internacionales.
- Explorar el Pueblo Mágico de Parras, con sus calles empedradas, manantiales y arquitectura colonial.
- Refrescarse en la Poza del Estanque, una piscina natural entre nogales.
Ruta del Vino de Aguascalientes
El renacer vitivinícola del centro de México
Aguascalientes ha sido históricamente conocido por sus ferias y cultura taurina, pero en los últimos años ha resurgido como destino vinícola gracias al trabajo de nuevas generaciones de enólogos y productores.
¿Qué hacer?
- Visitar viñedos como Bodegas Origen, Viña Estación, El Aguaje y Santa Elena, que ofrecen recorridos, catas y eventos.
- Participar en el Festival de la Vendimia de Aguascalientes, donde se mezclan arte, gastronomía, música y vino.
- Recorrer la Ruta del Vino, que conecta más de una docena de bodegas en un circuito corto y accesible.
- Disfrutar de experiencias sensoriales como catas bajo las estrellas o vendimias participativas.
Las rutas del vino en México no solo ofrecen la oportunidad de degustar vinos cada vez más reconocidos internacionalmente, sino también de conectar con paisajes diversos, tradiciones locales y una cocina regional incomparable. Ya sea en los valles de Baja California, los campos del Bajío o el desierto coahuilense, el vino mexicano invita a recorrer el país con todos los sentidos.
Si buscas una experiencia que combine sabor, historia y naturaleza, las rutas del vino de México te están esperando con una copa servida. ¡Salud!

