Icono del sitio Noticias en español

Surinam: Buenos talentos, malos resultados

Producir algunos de los mejores futbolistas del mundo no es necesariamente sinónimo de una buena selección nacional. Suena paradójico, pero en Surinam es una cruda realidad.  

Por Michael Lewis 

Echemos una mirada a esta impresionate lista de jugadores: Edgar Davids, Patrick Kluivert, Clarence Seedorf, Ruud Gullit y Frank Rijkaard. Todos ellos jugaron o juegan en la selección nacional holandesa y en famosos clubes europeos. Asimismo, todos ellos nacieron en Surinam, pero, no permanecieron suficiente tiempo como para llegar a ser reconocidos en su país. La mayoría de los grandes astros emigró a Holanda durante su adolescencia, pues sus familias buscaban mejores oportunidades de trabajo y una vida mejor. Su país de origen, en cambio, sufre las consecuencias y ha quedado rezagado en el panorama futbolístico. 

Surinam nunca se ha clasificado para la Copa Mundial, ni para los Torneos Olímpicos de Fútbol o para cualquier otra competición de la FIFA. “Surinam está dotado de talentos que juegan en todo el mundo”, comenta el centrocampista y antiguo capitán de la selección nacional Orlando Grootfaam. “Si dispusiéramos de la infraestructura adecuada, tendríamos más jugadores en el fútbol internacional; sin embargo, la mayoría de los talentos de este país simplemente no tiene la oportunidad de desarrollarse”. 

Si bien Surinam se halla situado en la costa nordeste de Sudamérica, es miembro de la Concacaf y no de la Conmebol. En la Concacaf tiene dificultades para imponerse, pero en la Conmebol no tendría ninguna posibilidad. “Basándonos en nuestro nivel de desarrollo, optamos por adherirnos a la Concacaf, donde existen países con diferentes niveles de juego”, comenta el secretario general Ewald Gefferie. “Hemos considerado igualmente la posiblidad de participar en las competiciones sudamericanas, pero debido a nuestra calidad de juego actual no nos pareció adecuado enfrentarnos a esos gigantes.” 

Mucha pasión 

Los años de gloria de Surinam fueron los últimos de los años setenta, cuando logró clasificarse para las eliminatorias de la Copa Mundial 1978 tras derrotar a Trinidad y Tobago y a Guyana. Sin embargo, en la ronda final de las eliminatorias no pudo ganar ninguno de sus cinco partidos. Llegar a jugar como Jamaica, que se clasificó para la Copa Mundial por primera vez en 1998, o incluso como Trinidad, a pesar de que nunca se clasificara para un Mundial, significaría dar un gran paso hacia adelante. 

“No creo que logremos clasificarnos jamás para un Mundial”, dice Rodney Van Engel, un centrocampista de la selección nacional que jugó como aficionado en Holanda en el C.C. Capelle de Rotterdam e intenta ahora hacer carrera profesional en Bélgica. “Damos dos pasos adelante, y dos atrás. No tenemos el potencial para emular a Jamaica o a Trinidad y Tobago; esos países nos llevan la delantera, tal vez lo lograríamos, si se invirtiera dinero”. 

La asociación nacional no dispone de suficientes fondos y necesitaría un patrocinador de peso que ayudara a fomentar el programa juvenil. Sería igualmente beneficioso conservar más tiempo a los mismos directivos en la Surinaamse Voetbal Bond (SVB). 
“Cambios bruscos son la constante, pues no disponemos de un programa que le dé continuidad a la selección nacional”, comenta Grootfaam. “Con cada elección se impone nueva gente y nuevos sistemas, algunos de ellos son buenos”.  

El hecho de que no exista una liga profesional complica la situación. Todos los jugadores son aficionados y actúan en una liga nacional de 13 equipos que juegan los viernes, sábados y domingos. Muchos jugadores trabajan o van a la escuela durante el día y entrenan tres veces a la semana por la noche, ya sea con el equipo de su club o la selección nacional. Los jugadores no perciben dinero por sus esfuerzos, a pesar de que su pasión por el fútbol es incuestionable. 

Sólo una derrota

El presidente de la SVB, Louis Giskus, es consciente de que será muy difícil clasificarse en las circunstancias actuales. “Para clasificarse, hay que jugar bien y tener mucha experiencia” comenta Giskus respecto a sus rivales en la Concacaf. “En Surinam, somos aficionados. Los muchachos trabajan durante el día y entrenan por la tarde durante tres horas, a lo sumo cuatro veces a la semana. Existe una gran diferencia entre un aficionado y un profesional”. 

Surinam ha decidido tomar cartas en el asunto y ha trazado planes a corto y largo plazo. La meta a largo plazo consiste en estimular y desarrollar a los nuevos talentos; a corto plazo, fue buscar y contratar a un entrenador extranjero – el segundo técnico extranjero en la historia del país. El uruguayo Edgardo Baldi, un entrenador de larga trayectoria (Nicaragua, Brasil, Panamá, Bolivia), dirige la selección desde noviembre de 2003. Tiene la fama de convertir equipos de los últimos puestos de la tabla en exitosos conjuntos o incluso en campeones. 

Desde que Baldi asumió la dirección, Surinam perdió un sólo encuentro de veinte partidos amistosos contra equipos locales. El seleccionado practica y juega en el estadio André Kamperveen, así nombrado en honor al fundador de la Unión de Fútbol del Caribe, asesinado en 1982. El estadio con capacidad para 15,000 espectadores ha visto ya mejores épocas, no obstante, los numerosos hinchas acuden a los partidos. 

Baldi consiguió elevar el nivel de juego de la selección nacional, la cual batió a Aruba en dos partidos eliminatorios, 2-1 como visitante y 8-1 en casa. Sin embargo, la realidad fue otra cuando Surinam debió enfrentarse a los profesionales de Guatemala en la segunda vuelta.

Empató 1-1 en el partido de ida, pero perdió 3-1 en Guatemala. Ahora se deben esperar otros cuatro años más para intentar de nuevo la clasificación para la Copa Mundial. Baldi opina que los jugadores de Surinam están dotados de fina técnica y buenas cualidades físicas.

“El problema es cuando hablamos de táctica, disciplina mental y responsabilidad”, comenta el uruguayo. “Una solución sería comenzar con jugadores más jóvenes. Si quieres ir a la universidad, tienes que ir antes a la escuela. No puedes ir directamente a la universidad y esto es una responsabilidad de la SVB; y no se trata sólo de la selección nacional, sino también de los clubes. La gente tiene que contribuir en la formación de los jóvenes. Deben comenzar con el entrenamiento a temprana edad”. 

Ayuda de la FIFA y Seedorf 

Surinam ha podido progresar notablemente gracias al Programa Goal, con él se pudo fundar el nuevo centro deportivo Emile de la Fuente en Paramaribo. El centro, construido en un terreno donado por el gobierno de Surinam, fue bautizado con el nombre del antiguo presidente de la asociación (1952-1955) y costó USD 700,000. 

Consiste de un campo de juego de césped natural, vestuarios, dormitorios para 96 jugadores, oficinas de administración, salas de conferencia y comedor. “Lo consideramos como la base sobre la cuál edificaremos el imperio del fútbol surinamés”, opina Gefferie y agrega: “La primera prioridad es profesionalizar nuestro fútbol con el respaldo de la FIFA”. Existe igualmente apoyo por parte del Complejo Clarence Seedorf en la capital. El jugador del AC Milán, Clarence Seedorf, recordó sus raíces y quiso restituir algo a su país natal construyendo un centro deportivo, ante todo para los niños con la finalidad de que aprendan y amen este hermoso deporte. “Estamos muy agradecidos con Seedorf”, comenta Gefferie. “Si pudiéramos contar siempre con la ayuda de estos jugadores para desarrollarnos… entonces alcanzaríamos la meta que nos hemos propuesto”. 

Copa Mundial 2014 

Los dirigentes del fútbol de Surinam estarían contentos de poder utilizar Holanda como base para desarrollar a jugadores surinameses, con la condición de que luego retornaran a casa a jugar con la selección nacional local. La cultura futbolística en Surinam y Holanda difieren tanto como el día de la noche. “En Surinam, la gente no vive el fútbol, lo mira nada más”, comenta Van Engel, un jugador surinamés en Holanda, y añade: “En Holanda, en cambio, la gente ama el fútbol. Duerme con él, piensa en él. Es una experiencia completamente diferente cuando juegas allí”. 

Numerosos jugadores oriundos de Surinam juegan en la liga holandesa, pero no son suficientemente talentosos como para integrar la selección nacional naranja. Los dirigentes futbolísticos de Surinam desearían convencer a estos futbolistas de integrar su selección nacional natal, pero existe un problema: el Gobierno de Surinam no acepta la doble nacionalidad; actualmente, por lo menos. Sin embargo, está considerando cambiar dicha disposición. 

Por ahora, Surinam sólo puede planificar y soñar. El sueño es clasificarse para la Copa Mundial 2014. “Teniendo ello en mente, hemos comenzado a desarrollar a la juventud con un programa especial, apoyado por la FIFA”, explica Gefferie. “De hecho, el tiempo apremia, ya que nunca es demasiado temprano para empezar. Si podemos alcanzar antes nuestra meta, tanto mejor. No obstante, nuestro anhelo es dar un impulso continuo al fútbol con miras a la clasificación para la Copa Mundial 2014”. ¢ 

Surinam 

La Surinaamse Voetbal Bond (SVB) fue fundada en 1920 y se afilió a la FIFA en 1929. Surinam nunca logró clasificarse para la competición final de la Copa Mundial (participó en doce eliminatorias), ni para los Torneos Olímpicos de Fútbol, ni para otras competiciones de la FIFA. El mejor resultado de Surinam en una eliminatoria del Mundial fue en 1978 cuando consiguió pasar al torneo final clasificatorio de la Concacaf. Surinam no dispone de una liga profesional, pero tiene una liga nacional de 13 equipos. El mejor equipo es el Transvaal, seguido por el Robinhood. 

Denominada antiguamente Guyana Holandesa, Surinam obtuvo su independiencia en 1985 y se convirtió en república en 1987. El país está situado en Sudamérica, tiene una superficie de 163,265 km2 y una población de 435,000 habitantes, de los cuales aproximadamente la mitad vive en la capital, Paramaribo. 

Las mejores piezas… 

Muchos jugadores provenientes de Surinam han llegado a ser futbolistas de categoría mundial en suelo holandés, como por ejemplo Frank Rijkaard, el actual entrenador del FC Barcelona y antiguo entrenador de la selección holandesa. En 1988 conquistó como jugador el título de campeón europeo junto al formidable Ruud Gullit, quien hoy ejerce como entrenador del Feyenoord Rotterdam.

Los dos escribieron una página gloriosa en la historia del AC Milán. La lista de los jugadores surinameses de gran talla es interminable: Patrick Kluivert (ganador de la Liga de Campeones de la UEFA en 1995 y en la actualidad titular del Newcastle United), Edgar Davids (igualmente ganador de la Liga de Campeones de la UEFA 1995 y hoy en el Inter de Milán), Clarence Seedorf (triple ganador de la Liga de Campeones, en las filas del AC Milán), Aron Winter, Gerald Vanenburg (ningún otro jugador en Holanda ha conquistado más títulos y trofeos), Michael Reiziger y Jimmy Floyd Hasselbaink (debutantes éstos dos en el Middlesbrough), Bryan Roy (ganador de la copa de la UEFA en 1992) Gaston Taument… 

De este país era también originario el antiguo arquero del Ajax Ámsterdam, Stanley Menzo que en el presente se desempeña como entrenador de arqueros de la selección holandesa y se ha convertido en el primer surinamés en formar parte de la planta técnica del conjunto naranja. 

El primer jugador holandés con raíces surinamesas fue Humphrey Mijnals. Un dato curioso: la última de sus tres apariciones con la selección holandesa se registró el 3 de julio de 1960 en Paramaribo. Holanda venció al anfitrión en esa ocasión con un marcador de 4-3.

Compartir noticia:
Salir de la versión móvil