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¿Cómo saber si un huevo está malo?

El huevo es un de alimento completo

El huevo es un de alimento completo y uno de los más consumidos en nuestro día a día. Sin embargo, pese a ser un ingrediente tan popular en la gastronomía, es muy difícil determinar su estado a simple vista; ya que, la cáscara no nos permite observar cómo se encuentra la clara y la yema. Por lo que no podemos detectar si está fresco o malo.

Saber responder a esta pregunta es de suma importancia, puesto que ingerir huevos en estado de descomposición puede dar lugar a enfermedades como la salmonella. Así que, para evitar que este tipo de situaciones ocurra, en este post te compartiremos una serie de tips que te ayudarán a determinar si un huevo está malo, de manera que no pongas en riesgo tu salud y la de los tuyos.

Señales a tener en cuenta al examinar un huevo

Lo primero que debes tener presente al examinar un huevo es que, con el paso del tiempo, la calidad de este comienza a perderse, debido a que la bolsa de aire del interior aumenta y la clara se torna cada vez más fina. Sin embargo, lo que realmente daña a un huevo es la aparición de bacterias o el moho.

Por lo general existen ciertas características que pueden indicarte rápidamente cuando un huevo está en mal estado o no. Para ello debes tener en cuenta las siguientes señales.

1. Cáscara rota y/o sucia

Si notas que la cáscara está sucia o agrietada, es probable que su contenido se encuentre en mal estado, ya que podría contener numerosas bacterias. Por tanto, antes de comprar tus huevos, asegúrate de inspeccionarlos bien y fijarte en su aspecto físico.   

2. Procedencia

Otro aspecto que debes tener en cuenta al evaluar un huevo es su procedencia. Para ello, puedes observar el código que aparece en el paquete y comprobar si los huevos son de producción ecológica y campera o, si, por el contrario, su origen es dudoso. De ser esta última opción, lo mejor es evitar su consumo.

3. Fecha de caducidad

Si bien, la fecha de vencimiento no es un indicio que garantice que los huevos están en buen estado, es importante que escojas aquellos, cuya fecha de consumo no haya expirado; pues con ello tendrás una referencia de hasta cuando es aceptable su consumo.  

Trucos para determinar si un huevo está malo o fresco

Existen algunos métodos caseros que puedes implementar para comprobar el estado de los huevos, veamos cuáles son.

1. Agita el huevo y escucha

Una de las prácticas que sirven para examinar el estado de un huevo sin necesidad de romper su cáscara es acercarse el huevo a la oreja y agitarlo. Si al hacerlo notas un sonido extraño como un chapoteo, quiere decir que el huevo está podrido, puesto que la yema habrá chocado contra la cascara.

Si el huevo estuviera fresco, la clara sería lo suficientemente densa como para cubrir toda la cascara y por ende no se escucharía ningún ruido. Este método es algo rudimentario y depende en parte de la agudeza y habilidad de tus sentidos, pero por lo general suele ser bastante efectivo.

2. Prueba de flotación

Con esta prueba puedes saber qué tan antiguo es el huevo, dándote únicamente un estimado de su estado real. Para ello debes sumergirlo en un envase lleno de agua y observar lo que ocurre. Si el huevo se hunde con rapidez quiere decir que está fresco, ya que su cáscara no ha sufrido ningún daño o fractura.

Ahora bien, si notas que se hunde lentamente es un indicio de que debes consumirlo pronto, pues su caducidad está a punto de vencer. Pero si observas que se mantiene flotando en la superficie, es una señal de que está en mal estado y no es seguro consumirlo. Esto se debe a que su cáscara se vuelve muy porosa y permite pasar el aire hacia su interior.

Ejemplo de un huevo en mal estado (Imagen proporcionada por Pexels)

3. Prueba visual

Otra forma de saber si un huevo está malo o si es fiable consumirlo es echándole un vistazo tanto a la clara como a la yema. Para ello es necesario abrir la cascara, verter el contenido en un bol (preferiblemente transparente o blanco) y comenzar la inspección. La clara de un huevo fresco debe lucir gelatinosa y transparente, si ves que presenta manchas o agentes extraños que no puedes identificar, descarta su consumo.

En cuanto a la yema, si observas que se rompe al partir la cascara, se separa del centro de la clara o notas que presenta un color apagado con zonas rosa, verde, azul o negra, significa que el huevo está malo, pues estos son fuertes indicios de crecimiento bacteriano. Una yema fresca no se separa del centro ni se rompe al partir la cascara.

4. Prueba del olfato

Este método es el más antiguo y a la vez fiable de la lista para determinar si un huevo está malo o no. Los huevos en mal estado desprenden un olor inconfundible y completamente desagradable, tanto si están crudo como si están cocidos. Basta con abrir la cascara y verterla en un envase para descubrirlo, si al hacerlo sientes un olor fétido, deséchalo de inmediato y lava el recipiente con agua caliente y jabón antes de volver a utilizarlo; ya que es una clara señal de que el huevo está contaminado. Este tipo de alimento no debe desprender ningún olor.  

5. Cuece el huevo

Si deseas preparar huevo hervido, pero los métodos de flotación y agite no terminan de convencerte, puedes optar como último recurso por la prueba de cocción. Pon el huevo en una hoya con agua hirviendo y cocínalo de 8 a 10 minutos. Una vez que esté listo, procede a pelarlo y cortarlo por la mitad, si observas que la yema se encuentra centrada y no parece estar muy pegada a la clara, el huevo está en buen estado. Pero si por el contrario notas que la cámara de aire que separa la yema de la clara es grande, quiere decir que el huevo está malo.

¿Cómo conservar los huevos en buen estado?

Teniendo todo esto en cuenta, es momento de que conozcas algunas buenas prácticas que puedes aplicar en tu casa para mantener tus huevos en perfecto estado de conservación.

Muestra de un huevo fresco (Imagen proporcionada por Pexels)

Almacena los huevos en un espacio seco y fresco. Se recomienda mantener los huevos dentro del cartón en el que suelen venir; ya que así evitarás la absorción de olores, posibles roturas y la pérdida de agua. Lo ideal es guardarlos en la parte más fría del refrigerador y no en la puerta del mismo, pues allí la temperatura fluctúa más.

No sometas a los huevos a cambios bruscos de temperatura. Esto podría dañar la cáscara y su interior en poco tiempo. Así que al momento de hacer las compras procura no olvidarlos en el coche y dejarlos allí encerrados.  

Lávalos antes de consumirlos. Acostúmbrate a lavar y secar muy bien tus huevos antes de ingerirlos, de esta manera evitas el contacto con agentes extraños. No obstante, no debes lavarlos antes de meterlos en el refrigerador, pues al hacerlo estarías perjudicando la capa protectora de la cáscara, dejando los poros expuestos a microorganismos dañinos.

No expongas los huevos a temperatura ambiente por más de dos horas si antes estuvieron en el refrigerador. Y tampoco los conserves por más de 6 semanas en la nevera. Recuerda que su cascara es porosa y eventualmente puede dejar pasar el aire.

¿Qué sucede si he consumido un huevo en mal estado?

Si por error has comido un huevo malo, corres el alto riesgo de contraer una intoxicación alimentaria, ya que estarías expuesto a bacterias; las cuales pueden desarrollar la Salmonella o la E. coli. Algunos de los síntomas más comunes de estas enfermedades son la diarrea, vómito, fiebre y dolor abdominal.

Por lo general estos síntomas aparecen entre las 6 y 48 horas después de haber consumido el huevo contaminado y pueden durar alrededor de 4 a 7 días. En la gran mayoría de casos, los síntomas desaparecen por sí solos.

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