Con 104 años, ingeniero colombiano presenta tesis para obtener su doctorado en la Universidad de Manchester, Reino Unido.
Lucio Chiquito Caicedo nació en la ciudad de Cali, Colombia, el 22 de mayo de 1916. Fue cofundador de tres empresas en la departamento de Antioquía, entre ellas empresas públicas de Medellín. Fue además uno de los pioneros de la Espuela de Ingeniería de Antioquia.
El ingeniero centenario ha sido también un pionero en lo que respecta a la equidad de género y a la inclusión de la mujer en el mundo empresarial. Él siempre pensó que las mujeres tienen mucha importancia y son líderes no sólo en el terreno familiar sino en el profesional.
Hace 5 años falleció su esposa. Hoy vive en las afueras de Medellín, rodeado del amor de sus hijos y nietos. Con 104 años, acaba de enviar su tesis sobre el problema del caudal de los ríos, que logró terminar durante la pandemia del coronavirus.
No hay edad para cumplir un sueño
Cervantes escribió “El Quijote” a los 68 años, Miguel Ángel pintó “El juicio final” a los 65 años, Sófocles escribió “Edipo” a los 80… ¿Quién dijo que hay una edad para cumplir los sueños?
Para anotarse en la Universidad, dijo que tenía 73 años para aspirar a su doctorado. Este nuevo reto es un premio a su trabajo incansable a lo largo de su vida. Nunca es tarde para cumplir un sueño.
Con la curiosidad intacta, sigue estudiando e investigando. Chiquito se dedicó a buscar una metodología que dé una respuesta exacta de cual es el caudal máximo de los ríos para producir su mayor rendimiento. Esta fue su tesis doctoral y el coronamiento de una investigación que le llevó más de 30 años. A los 70 años comenzó a investigar para hoy poder presentarla a la Universidad de Manchester y así obtener su doctorado. La pandemia fue el momento óptimo para terminar su tesis, que se denomina Punto óptimo de la utilización del agua de un río.
Según el ingeniero Chiquito, la clave para el éxito es trabajar con amor, si no haces tu trabajo con amor, déjalo. Con 104 años, cada día es un regalo de Dios y Chiquito afirma que se levanta siempre con nuevos proyectos.
“El que pierde la mañana, pierde el día y el que pierde el día pierde la vida”, es la filosofía de este ingeniero colombiano que no le teme a la edad ni al Covid, la pandemia que arrasa al mundo. Nunca hay que perder la fe, el tiempo pasa y no vuelve.