Baleares y la crisis de los menores inmigrantes: saturación y recursos limitados

Baleares: la situación de los menores inmigrantes que llegan a España sigue generando tensiones políticas y sociales, especialmente en estas islas, donde la capacidad de acogida se encuentra al límite. El reciente informe sobre la crisis de los solicitantes de asilo revela que el Gobierno solo ha reubicado a uno de cada veinte menores llegados a Canarias en los últimos cinco meses, una cifra que muestra la lentitud en los mecanismos de solidaridad entre comunidades autónomas.

Desde la sentencia del Tribunal Supremo que obligaba al Ejecutivo a distribuir a los solicitantes de protección internacional, únicamente 52 menores han sido trasladados a otras regiones. Este bajo número ha encendido las alarmas en territorios como Baleares, que teme un aumento de llegadas y asegura estar viviendo una situación de “colapso y saturación”.

Recurso contra el reparto obligatorio

El Govern balear, a través de voces como la del conseller de Familias y Asuntos Sociales, Manuel Pavón, ha advertido que, de no prosperar el recurso presentado por el Gobierno contra el reparto obligatorio, la comunidad tendrá que prepararse para acoger a más menores migrantes, aunque lo considera una “indignidad” hacerlo en condiciones precarias y sin los recursos adecuados.

Las instituciones locales denuncian que el sistema de acogida actual no está preparado para atender a estos niños y adolescentes con dignidad, lo que compromete su integración y bienestar. Los centros están saturados, el personal resulta insuficiente y la financiación no cubre las necesidades básicas de atención psicológica, educativa y social.

El debate político también ha encendido la discusión en el ámbito nacional. Mientras el Gobierno central defiende que la sentencia del Supremo obliga a todas las autonomías a compartir la responsabilidad, varias comunidades han mostrado resistencia, reclamando mayor claridad en la distribución de recursos y apoyo económico real.

Saturación del sistema de acogida

En el caso de Baleares, su condición de territorio insular agrava el problema, ya que no solo recibe a migrantes llegados por vía marítima, sino que además carece de la infraestructura suficiente para garantizar una acogida digna. Pavón ha insistido en que el Estado debe tomar medidas urgentes y reforzar el compromiso solidario entre regiones para no dejar toda la carga en las comunidades de primera entrada.

La Cruz Roja: plan de contingencia en Baleares ante el aumento de llegadas de migrantes

La Cruz Roja ha reforzado su presencia en las Islas Baleares debido al aumento del 77% en la llegada de migrantes respecto al mismo periodo de 2024. Íñigo Vila, responsable de la Unidad de Emergencia, señaló que esta tendencia ya se venía observando y que por ello mantienen un plan de contingencia en el archipiélago. Dicho plan incluye la movilización de personal y materiales desde comunidades cercanas como Alicante y Murcia. Además, Vila destacó que, pese al incremento en Baleares, el volumen de llegadas en El Hierro sigue siendo el doble de lo registrado en Mallorca.

La crisis de los menores inmigrantes se convierte así en un desafío de primer orden para la política migratoria española, que deberá buscar un equilibrio entre el cumplimiento de las obligaciones legales, la solidaridad territorial y, sobre todo, la protección de los derechos fundamentales de los niños que llegan huyendo de la violencia, la pobreza o la persecución en sus países de origen.

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