Contenidos
Peñico: descubren una ciudad de 3500 años en Perú. Un grupo de arqueólogos peruanos ha realizado un hallazgo de gran importancia para la historia prehispánica de América del Sur. Una ciudad antigua de más de entre 3.500 y 3.800 años de antigüedad, bautizada como Peñico. Está ubicada en la provincia de Huaura, región de Lima. El descubrimiento fue anunciado recientemente y ha generado gran expectativa en la comunidad científica por su antigüedad, su posible función comercial y su relación con otras culturas ancestrales de la región.
Este sitio arqueológico, localizado a unos 200 kilómetros al norte de Lima y a 600 metros sobre el nivel del mar, revela vestigios de una civilización avanzada que se desarrolló entre los años 1.800 y 1.500 a.C.
Los primeros análisis indican que Peñico habría funcionado como un centro clave de intercambio entre la costa del Pacífico, los Andes y la cuenca del Amazonas. Era una pieza fundamental para comprender las rutas de conexión y comercio en el mundo andino antiguo.
Peñico: un centro comercial milenario entre tres mundos
A diferencia de otros hallazgos que suelen enfocarse en estructuras ceremoniales o urbanas aisladas, el sitio de Peñico presenta indicios claros de haber sido un nodo comercial estratégico. Según los arqueólogos a cargo del proyecto, esta ciudad articulaba el flujo de bienes, conocimientos y tecnologías entre comunidades costeras, andinas y amazónicas.
Entre los elementos encontrados se destacan restos de arquitectura de piedra y barro y caminos bien delimitados. También plazas centrales y depósitos que podrían haber sido utilizados para almacenar productos agrícolas o bienes de intercambio. Se hallaron fragmentos de cerámica y herramientas que muestran una diversidad cultural sorprendente, lo que refuerza la hipótesis de un punto de encuentro entre diversas poblaciones.
La localización de Peñico, en una zona intermedia entre el mar y la cordillera, no fue casual. Esta ciudad antigua fue construida a 600 metros de altitud. Se ubica sobre una terraza geológica próxima al río Supe y rodeada por montañas que alcanzan hasta los 1.000 metros. La elección del sitio fue por razones estratégicas bien fundamentadas: destacar la imponencia de sus construcciones y resguardarse de posibles inundaciones. También evitar deslizamientos y facilitar la interacción y el intercambio con otras regiones.
Una civilización contemporánea a las grandes culturas del mundo
La datación del sitio, entre 1.800 y 1.500 años antes de Cristo, sitúa a Peñico en un momento clave de la historia humana. Mientras florecían las antiguas civilizaciones en Mesopotamia, Egipto o el valle del Indo, en América del Sur también emergían centros urbanos organizados, con arquitectura monumental, sistemas agrícolas y redes de comercio.

Este descubrimiento se suma a otros hallazgos que vienen modificando la narrativa tradicional sobre los orígenes de la civilización en el continente. Durante mucho tiempo se pensó que América del Sur había permanecido aislada o rezagada frente a los grandes centros de civilización del Viejo Mundo. Sin embargo, sitios como Peñico demuestran que, en paralelo, los pueblos andinos también construían complejas formas de organización social y económica.
Relación con la civilización de Caral
Uno de los aspectos más relevantes del hallazgo es su posible conexión con Caral. Esta cultura es considerada la civilización más antigua de América. Se desarrolló también en la región norte de Lima alrededor del año 3.000 a.C. Si bien Caral tiene una antigüedad mayor, los investigadores creen que Peñico podría ofrecer pistas sobre el destino y la evolución de esa cultura originaria.
Los estudios en curso sugieren que, tras la declinación de Caral, otras sociedades heredaron y adaptaron sus conocimientos en nuevas regiones. Peñico podría ser una de esas manifestaciones culturales posteriores que, sin ser una continuación directa, mantuvieron elementos fundamentales de esa tradición: arquitectura planificada, organización del espacio público y redes de intercambio interregional.
Esto permitiría entender mejor cómo se produjo la transición entre Caral y las posteriores civilizaciones andinas, como Chavín o Paracas, y cuál fue el rol de los valles costeños en la gestación de estos procesos históricos.
Un hallazgo inaugurado el 12 de julio de 2025
El descubrimiento de Peñico ya se perfila como uno de los más significativos de las últimas décadas en el Perú. Peñico vuelve a estar en el centro de la atención pública tras ocho años de excavaciones realizadas por un equipo compuesto en un 80% por residentes de la zona.
El sitio abrió sus puertas al público el 12 de julio de 2025. Con el respaldo y la gestión de la Zona Arqueológica Caral, se llevó a cabo el primer Peñico Raymi. Esta festividad, inspirada en las tradiciones andinas, incluirá rituales en honor a la Pachamama y un festival artístico con diversas expresiones culturales, entre otras propuestas.
Ya es posible recorrer este antiguo núcleo urbano y descubrir de cerca los secretos que guarda esta ciudad milenaria que tiene mucho que ofrecer al mundo.
Para los arqueólogos peruanos, el reto ahora es doble. Conservar el sitio ante las amenazas naturales y humanas y profundizar la investigación para extraer el mayor conocimiento posible de este legado.
Peñico no solo se suma al rico patrimonio prehispánico del Perú. También interpela a la historia global al recordarnos que, hace casi cuatro milenios, en los valles andinos ya se tejían redes de intercambio y civilización que merecen ser reconocidas junto a las grandes culturas del mundo antiguo.