Ola de calor en España. La nación ibérica atraviesa su segunda jornada de una intensa ola de calor que ha puesto en alerta a gran parte del país. Este lunes, 1.316 municipios se encontraban en zonas de riesgo alto para la salud por las temperaturas extremas, lo que representa el 16% del total, según datos del Ministerio de Sanidad. Otros 2.200 municipios están en riesgo medio (27%) y 2.736 en riesgo bajo (34%), mientras la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) advierte que esta situación podría extenderse al menos hasta el próximo fin de semana. https://www.aemet.es/es/portada
El domingo se registraron temperaturas de hasta 43,4 grados en la estación de Badajoz-Universidad y se superó el umbral de los 42 grados en ocho estaciones de medición, lo que refleja la intensidad del fenómeno. La Aemet ha alertado que, a partir del jueves, la evolución del calor se vuelve más incierta, aunque todo apunta a que las temperaturas continuarán subiendo en el tercio oriental peninsular. Para el viernes, se espera un leve descenso térmico en el Cantábrico, pero una nueva subida por el oeste peninsular, manteniendo la situación de riesgo.
En las Islas Canarias, las temperaturas también serán muy elevadas, lo que complica aún más el panorama general. La situación es especialmente preocupante para las personas mayores, niños y quienes padecen enfermedades crónicas, ya que las altas temperaturas pueden afectar gravemente la salud.
Un fenómeno cada vez más común
Este episodio se suma a una serie de olas de calor que se han vuelto cada vez más frecuentes e intensas en los últimos años, en línea con lo que predicen los modelos científicos sobre el calentamiento global. Las altas temperaturas no solo tienen impacto sobre la salud pública, sino también sobre la agricultura, los ecosistemas, la demanda eléctrica y la disponibilidad de agua.
Según los registros históricos, la ola de calor más larga en España ocurrió en 2015, cuando se prolongó durante 26 días, del 27 de junio al 22 de julio, afectando a 30 provincias. A la vista de los datos actuales, no se descarta que el episodio de este año pueda acercarse o incluso superar aquella marca, dependiendo de la evolución meteorológica de los próximos días.
Esta ola de calor vuelve a ser un recordatorio urgente del cambio climático. Las temperaturas extremas, cada vez más frecuentes, son una señal clara de que el calentamiento del planeta ya está teniendo efectos visibles y peligrosos en la vida cotidiana. La necesidad de adoptar medidas de mitigación y adaptación se vuelve cada día más apremiante.