El ministro de Defensa, José Bono, ha declarado hoy que concibe a España como “un conjunto de hombres y mujeres iguales y de necesidades y problemas diferentes” y “más como nación de ciudadanos iguales en derechos y obligaciones que como nación de naciones o Estado de pueblos”.
“Somos muchos -dijo- los que defendemos la unidad nacional, no para molestar a nadie sino para proteger a los más débiles. La unidad es garantía de solidaridad y de igualdad de derechos fundamentales. Por estar razón y sólo por esta razón me atrevo a defender que la igualdad de las personas debe primar sobre la autonomía de los territorios. No cabe trocear la riqueza nacional para repartirla de modo desigual”.
Para José Bono caben las diferencias pero no la demanda ilimitada de quienes alientan el mito de ser los únicos y distintos en el seno de una nación cada vez más mestiza. En este sentido manifestó que lo contrario a igualdad no es diferencia sino desigualdad y no es lo mismo ser culturalmente distintos que políticamente desiguales. Tampoco -señaló- cabe el expendedor de certificados de patriotismo.
Seguidamente, declaró que todos los pueblos de España, todos los ciudadanos quieren ser libre e iguales y que no existen derechos previos de ningún pueblo que pueda romper la radical igualdad de todos los seres humanos.
El ministro de Defensa, que esta mañana ha sido el invitado de los Desayunos Informativos de Europa Press, cree que España no es un proyecto frustrado, ni una casa en ruinas, ni un edificio a construir con elementos prefabricados aportados por cada región a su antojo o conveniencia.
También ha declarado que el texto del proyecto de Estatuto de Cataluña no le gusta, aunque si le agradó el tono con el que los diputados Artur Mas, Carod Rovira y Manuela de Madre se expresaron en el Congreso de los Diputados.
Por otra parte, el ministro de Defensa ha realizado un balance del año y medio de Gobierno socialista. Recordó que en este periodo se ha aprobado la Ley Orgánica de la Defensa Nacional; que está próxima a aprobarse la Ley de Tropa y Marinería -por la que ser soldado se convierte en una verdadera profesión-; se han incrementado los salarios del personal militar; han reforzado los servicios de inteligencia -aumentando en un 85% el personal dedicado a la investigación del terrorismo internacional y en un 125% los traductores de árabe clásico y dialectales-; se ha cedido suelo para 15.000 viviendas, 11.000 de ellas de protección oficial; se ha creado la Unidad Militar de Emergencias y se ha incrementado en un 6% el presupuesto del Ministerio de Defensa.
