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¿Qué es la congelación de óvulos?

Principales razones por las que las mujeres se deciden por la congelación de óvulos

En España la congelación de óvulos es cada vez más popular a medida que las personas retrasan el momento de tener hijos. Pero antes de tomar esta decisión, es recomendable tener suficiente información sobre cuál es la mejor edad para hacerlo y qué más implica la congelación de óvulos.

El Real Decreto 120/2003 y la congelación de óvulos en España

En España existe la congelación de óvulos desde la década de 1980, aunque se consideraba un procedimiento experimental y controvertido y su disponibilidad para la mujeres no ha sido igual en todos los países. Por ejemplo, en los Estados Unidos, la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) lo aprobó en el año 2012 para mujeres que estaban próximas a recibir terapias tóxicas contra el cáncer que podrían dañar su fertilidad.

No fue hasta 2 años más tarde, luego de que se llevaran a cabo estudios tranquilizadores sobre la eficacia y la seguridad de esta práctica, cuando la ASRM aprobó la congelación de óvulos de manera más general. Desde ese momento se ha convertido en una alternativa cada vez más popular entre las mujeres que retrasan su maternidad por razones personales.

Mientras que en España, la práctica estuvo contemplada en la Ley 35/1988, de 22 de noviembre, sobre Técnicas de Reproducción Asistida. En esta legislación no se autorizaba la crioconservación de ovocitos con el objetivo de reproducción asistida en tanto no hubiesen suficientes garantías acerca de su viabilidad luego de su congelación.

Sin embargo, en el año 2003, esta disposición fue específicamente modificada en el Real Decreto 120/2003, de 31 de enero. Donde se ordenó que, se regularan los requisitos para la realización de experiencias controladas, con fines de reproducción, de fecundación de ovocitos o tejido ovárico previamente congelados, vinculadas con las técnicas de reproducción humana asistida. Lo que sirvió de base para la normativa de esta práctica de asistencia reproductiva y autorizó a las Comunidades Autónomas para que pudieran desarrollar planes específicos.

Congelación de óvulos de 5480 mujeres en España en inicio de pandemia

En 2020, 5480 mujeres congelaron sus óvulos en España, de acuerdo con los datos suministrados recientemente por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). Antes del año 2013, la cifra apenas superaba el medio millar. Aunque en el resto del mundo también se vienen registrando aumentos de demanda similares.

Desde 2019 hasta 2021, se registró un incremento del 39 % en la congelación electiva de óvulos en EEUU, de acuerdo con una investigación publicada en la revista “Fertility and Sterility”. La técnica sumó más participación durante la pandemia por covid-19, lo que provocó que muchas mujeres de 21 a 45 años estuvieran más receptivas a considerar la congelación de óvulos para sí mismas, de acuerdo con un trabajo publicado el año pasado en la misma revista.

En la actualidad esta práctica se ha convertido incluso en parte de la conversación cultural, debido a que varios famosos han documentado sus experiencias de congelación de óvulos en las plataformas sociales. Así, Sandra Ann Carson, endocrinóloga reproductiva y ginecóloga-obstetra de la Universidad de Yale, en Estados Unidos; explicó que, cuando las mujeres congelan sus óvulos, los mantienen congelados a esa edad y preservan su fertilidad a esa edad hasta el momento en que quieran usarlos.

Es decir, el proceso fundamentalmente pausa la fertilidad femenina en el tiempo, evitando el descenso de la calidad y cantidad de óvulos  que se produce de manera natural a medida que la mujer envejece.

Principales razones por las que las mujeres se deciden por la congelación de óvulos

En estos momentos existen dos motivos principales por los que las mujeres congelan sus óvulos. El primero es por razones médicas, como la radioterapia o la quimioterapia (que puede dañarlos), o la intervención quirúrgica para extirpar los ovarios. La otra razón es postergar el nacimiento de un hijo y conservar la posibilidad de concebir en el futuro con sus propios óvulos.

Al final de cuentas, según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, la fertilidad femenina (que se define como la capacidad que tiene la mujer de quedarse embarazada) llega hasta su punto álgido entre el final de la adolescencia y el final de la veintena.

Ya desde los 30 años la fertilidad de la mujer comienza a disminuir, y pasados los 35 años el ritmo se acelera; por lo que varios especialistas aseguran que el momento ideal para que las mujeres congelen sus óvulos es previo a cumplir los 35 años de edad.

¿Cómo se lleva a cabo la técnica?

En el momento en que la mujer toma la decisión de congelar sus óvulos, el primer paso que debe dar es hacerse una ecografía vaginal para que su médico evalúe su reserva de óvulos y pueda medir sus niveles hormonales.

Los óvulos están almacenados en los ovarios de la mujer, y únicamente se liberan con la estimulación hormonal adecuada. Por lo tanto, el especialista toma una muestra de sangre y hace análisis de 3 hormonas clave: el estradiol, estas hormonas se producen principalmente por los ovarios y refleja su funcionamiento y la calidad de los óvulos; la hormona foliculoestimulante (FSH), encargada de desencadenar el crecimiento de los folículos ováricos antes de la ovulación; y la hormona antimülleriana, que se encuentra relacionada con la cantidad de óvulos de la mujer.

Partiende de estos niveles de hormonas, el médico puede calcular el potencial de fertilidad de la mujer y determinar también la dosis apropiada de fármacos de estimulación ovárica que debe recetar.

Seguidamente, luego del segundo día de regla, la mujer se deberá autoadministrar inyecciones diarias de hormonas por diez o doce días para provocar la maduración de un grupo de óvulos en los ovarios. Por todo ese tiempo, la mujer se someterá a análisis de sangre y una ecografía pélvica cada 2 o 3 días para controlar su respuesta a las hormonas.

Por lo general, al cabo de ocho a catorce días, a la mujer se le debe administrar una inyección desencadenante de gonadotropina coriónica humana, o un fármaco denominado Lupron para ayudar a los óvulos a completar el proceso de maduración.

¿Cuál es el procedimiento para la extracción de los óvulos?

Aproximadamente 36 horas más tarde, se le deberá practicar una intervención quirúrgica bajo anestesia, en la que se introducirá una aguja guiada por ecografía desde la vagina hasta los ovarios, para posteriormente aspirar los óvulos (diez o más).

Lo que se debe hacer para la preparación de los óvulos para la congelación, es eliminar las células del cúmulo que los rodean. Seguidamente, los óvulos son congelados muy rápido y son almacenados a -196 grados Celsius.

Sin embargo, el proceso no está libre de dificultades. Sarah Cascante, quien es endocrinóloga reproductiva y especialista en infertilidad del Centro de Fertilidad Langone de la NYU; señaló que, a lo largo del proceso completo, que dura un mes, la mujer puede sentirse hinchada o cansada, o tener dolores de cabeza o cambios de humor, hasta durante las 2 semanas siguientes a la extracción de los óvulos.

Equipo quirúrgico utilizado para la congelación de óvulos

¿Cuánto cuesta congelar los óvulos?

Uno de los aspectos más incómodos de la congelación de óvulos es su precio, ya que es un procedimiento muy costoso. Sin embargo, en España la Seguridad Social proporciona el tratamiento, pero únicamente es aplicable a mujeres que hayan sufrido pérdida de la capacidad fértil por alguna patología.

También se exige que se cumpla con una serie de requisitos, como la edad, no tener hijos, demostración de la incapacidad de no poder concebir, entre otros. Lo que provoca que muchas mujeres acudan a una clínica privada, donde el tratamiento vale entre 2.000 y 4.000 euros.

Mientras que en los Estados Unidos, dada la idiosincrasia de su sistema sanitario, la situación es bastante parecida a la española: para mucha gente esos costes correrán por su propia cuenta. Sin embargo, ahora ciertos planes de seguros laborales cubren la congelación de óvulos como parte de los servicios de fertilidad ofrecidos.

Kristin Bendikson, endorcrinóloga reproductiva en Los Ángeles y vicepresidenta senior de desarrollo clínico en Kindbody, una red de clínicas de fertilidad a nivel nacional; señaló que, esa es una ventaja que muchas mujeres jóvenes buscan recibir de sus empleadores.

Aunque en la actualidad existen programas de congelación compartida de óvulos que le sirven a las mujeres para sufragar esos gastos, cuando donan algunos de sus óvulos a otras mujeres que no pueden usar los suyos.

La fecundación in vitro

Cuando la mujer toma la decisión de usar esos óvulos, estos deben ser descongelados y fecundados con espermatozoides sobre una placa de laboratorio, a este un procedimiento se le denomina fecundación in vitro. Entre 3 y 5 días luego de la fecundación, el embrión se transfiere al útero de la mujer. Cascante aseguró que, si una mujer congela sus óvulos a los 34 años, su tasa de embarazo será parecida a la de la FIV a los 34 años, y es independiente de la edad que luego tenga la mujer.

Aunque a veces las mujeres no regresan por sus óvulos congelados, siendo este un fenómeno que los especialistas en la materia llaman tasa de no uso. Según la SERF, en España esto ocurre en el 50 % de los casos. Cascante dijo que, muchas mujeres que congelan sus óvulos jamás regresan para usarlos, ya sea debido a que se quedan embarazadas de manera natural o simplemente porque deciden no tener hijos.

Falsos conceptos

Como suele pasar con muchos aspectos de la fertilidad, no es para nada extraño que las personas tengan ideas equivocadas acerca de la congelación de óvulos.

Al respecto, Hill dijo que, por ejemplo, algunas mujeres no notan que la congelación de óvulos no garantiza que vaya a tener un hijo, pero sí puede garantizar la posibilidad de tenerlo. Posiblemente no se dan cuenta de cuántos pasos se deben dar. Por fortuna, con el último método de congelación los óvulos tienen una tasa de supervivencia mayor que con los métodos pasados, agregó Hill.

Pueden aparecer problemas en cualquier fase del proceso, razón por la que los especialistas recomiendan que las mujeres congelen muchos óvulos cada vez que sean sometidas al proceso. De esta manera, habrá más donde elegir. Amanda Adeleye, endocrinóloga reproductiva y gineco-obstetra de la Universidad de Chicago en los Estados Unidos; señaló que, hay desgaste en cada paso. Por cada nacido, se necesita congelar entre quince y veinte óvulos, agregó.

Otro malentendido que se suele pensar, consiste en que a algunas mujeres les preocupa que el proceso de congelación de óvulos tenga un efecto negativo en su fertilidad a largo plazo, pero los expertos dicen que eso no es cierto. Adeleye explicó que, no habrá menos óvulos en el futuro porque con la técnica solo se rescatan los óvulos que iban a morir durante ese mes de todos modos. Lo que sucede por una muerte celular biológicamente programada que forma parte inherente de la fecundación ovárica del ser humano.

Y agregó que, no existe una edad que sea considerada demasiado avanzada. La decisión va a depender de la reserva ovárica de cada mujer. A partir de los cuarenta años resulta menos beneficioso, debido a que la proporción de óvulos cromosómicamente normales es menor, finalizó Adeleye.

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