¿Qué queda del programa nuclear de Irán tras los ataques de EE.UU.?

Programa nuclear de Irán: ¿cómo quedó?. Los recientes ataques nocturnos lanzados por Estados Unidos contra las instalaciones nucleares más secretas de Irán han dejado una gran incógnita sobre el futuro del programa atómico del país persa.

Aunque Washington asegura haber destruido infraestructuras clave y el expresidente Donald Trump afirmó que las instalaciones “fueron borradas”, la verdadera magnitud del daño sigue siendo objeto de debate entre analistas, gobiernos y agencias de inteligencia internacionales.

Ataques dirigidos a los centros neurálgicos del programa nuclear

Las ofensivas se centraron en tres sitios estratégicos: Fordow, Natanz e Isfahan. Estas instalaciones representan el corazón del programa nuclear de Irán, especialmente en lo que respecta al enriquecimiento de uranio. La planta de Fordow, construida bajo una montaña cerca de Qom, es especialmente difícil de destruir debido a que se encuentra enterrada entre 80 y 90 metros bajo tierra. Según informes, Estados Unidos habría utilizado una de sus armas más poderosas: la GBU-57 Massive Ordnance Penetrator, diseñada específicamente para atacar estructuras fortificadas.

Evaluaciones contradictorias sobre el daño

Mientras el gobierno estadounidense sostiene que los ataques dañaron severamente las capacidades nucleares iraníes, las autoridades de Teherán minimizan los efectos. Manan Raeisi, legislador iraní por la región de Qom, afirmó que los daños en Fordow eran “superficiales”. Sin embargo, expertos como David Albright, presidente del Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional (ISIS), señalaron que las imágenes satelitales muestran posibles daños significativos en las salas de enriquecimiento y en las estructuras de apoyo.

En Natanz, principal planta de enriquecimiento del país, los ataques se dirigieron contra zonas críticas del complejo, aunque no se confirmó la magnitud de los daños. Por otra parte, en Isfahan, el centro de investigación nuclear más importante de Irán, se reportaron incendios y explosiones. Pero se desconoce si los laboratorios esenciales resultaron afectados de forma irreversible.

¿Fin o transformación del programa?

La gran pregunta es si estos ataques significan el fin del programa nuclear de Irán o simplemente una pausa temporal. Aunque las instalaciones físicas pueden haber sido destruidas o severamente dañadas, el conocimiento técnico, la experiencia científica y la voluntad política siguen intactos. Esto implica que Irán podría reconstruir sus capacidades, ya sea en los mismos lugares o trasladando sus operaciones a nuevos sitios secretos.

Además, algunos analistas afirman que el golpe podría tener un efecto contraproducente: incentivar a Irán a abandonar toda cooperación con organismos internacionales y acelerar la producción de una bomba nuclear como medida de disuasión. Otros sugieren que el régimen podría optar por tácticas más encubiertas para evitar futuros ataques, profundizando su aislamiento internacional.

Programa nuclear de Irán: golpeado, pero no destruido

A pesar del poder destructivo de los bombardeos estadounidenses, no se ha desmantelado poer completo el programa nuclear iraní. Las infraestructuras pueden ser reconstruidas, los científicos siguen activos, y la estrategia de Teherán podría adaptarse a este nuevo escenario. Más que un final, los ataques parecen marcar una nueva fase del conflicto nuclear. La incertidumbre, la desconfianza y el riesgo de escalada se vuelven aún más peligrosos.

Compartir noticia: