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Emanciparse en España: la crisis de vivienda imposibilita la emancipación juvenil en España. En el primer semestre de 2024, únicamente el 14,8 % de los jóvenes de entre 16 y 29 años había logrado independizarse, la tasa más baja desde 2006. La edad media de emancipación actual se sitúa en alrededor de 30,4 años, por encima de la media europea, que ronda los 26 años.
Emanciparse en España: un coste desproporcionado
En España, el acceso a una vivienda en solitario se ha vuelto prácticamente inalcanzable:
- Alquilar un piso de manera individual representa el 92–102 % del salario medio joven, muy por encima del umbral del 30 % prescrito por organismos internacionales.
- El precio medio del alquiler libre alcanzó los 1 080 €/mes, con un aumento interanual del 11,6 %.
- Comprar tampoco es factible: se requerirían hasta 14 años de sueldo completo y un ahorro previo de más de 59 000 €.
Precariedad que lleva al compartir vivienda
La consecuencia inevitable es compartir vivienda: hasta un 87 % de los jóvenes emancipados lo hace para dividir costes. De hecho, un joven que vive solo debe dedicar alrededor del 102 % de su salario solo para el alquiler y suministros, haciendo inviable la emancipación.
La situación se agrava por la brecha entre el incremento de precios y de salarios:
- En la última década, el alquiler ha subido un 95 %, frente a un aumento salarial del 33 %.
- Más del 40 % de los inquilinos destina más del 40 % de sus ingresos a la vivienda, frente al 27 % de media en la UE.
- El precio de la vivienda se ha disparado: en 2024, los precios de venta subieron entre un 7,5–12 %, y el alquiler continuó su escalada.
- El parque de vivienda pública apenas representa entre el 1,5 % y 3,3 % del total, muy por debajo del 9,3 % europeo.
Causas estructurales y respuesta institucional
- La Ley 12/2023, aprobada el 24 de mayo de 2023, incorpora medidas para garantizar el derecho a una vivienda digna: impulsa vivienda protegida, regula alquileres en zonas tensionadas y promueve transparencia en el mercado.
- En junio de 2025, el Gobierno anunció su intención de triplicar el gasto público en vivienda hasta los 7 000 millones de euros durante cuatro años, condicionados a la participación autonómica.
- Por su parte, en abril de 2025, se convocó una movilización estatal bajo el lema “Acabemos con el negocio de la vivienda”, con demandas como la bajada del alquiler, recuperación de vivienda vacía y fin de desahucios.
Dimensión humana y socioeconómica
Una generación atrapada en la dependencia prolongada de su hogar familiar no solo sufre impactos individuales, como el estrés financiero o dificultades para planificar el futuro, sino que también representa una pérdida real de impulso económico: la falta de emancipación afecta el mercado laboral, el consumo y la estabilidad social. El retraso de una generación en emanciparse puede costarle a la economía un porcentaje significativo del PIB y ahonda las desigualdades intergeneracionales.
Emanciparse en España se ha convertido en un lujo inaccesible para muchos jóvenes. A pesar de legislaciones recientes y propuestas económicas, la intensidad del desequilibrio entre oferta, precios y capacidad adquisitiva impide cambios sustanciales a corto plazo. La emergencia requiere no solo medidas legislativas ambiciosas, sino también una transformación profunda en planificación urbana, vivienda pública y protección social.