Guerra entre Trump y Elon Musk: una rivalidad que estalla en redes sociales

Guerra entre Trump y Elon Musk. La tensión entre el expresidente Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk alcanzó un nuevo punto crítico el jueves pasado por la tarde, cuando ambos protagonizaron un enfrentamiento en redes sociales cargado de acusaciones, amenazas y referencias escandalosas. Lo que comenzó como una disputa política se ha transformado en una guerra personal con implicaciones comerciales, ideológicas y hasta judiciales.

Una relación de altibajos

Durante años, Trump y Musk mantuvieron una relación ambigua. Si bien el expresidente elogiaba a Musk por su genio empresarial, especialmente con Tesla y SpaceX, también solía criticar su postura sobre temas ambientales o su defensa de los autos eléctricos frente a la industria petrolera tradicional. Musk, por su parte, se mostró crítico con algunos excesos de Trump, pero llegó a integrar sus consejos empresariales al comienzo del mandato presidencial.

La ruptura definitiva se fue gestando con el paso del tiempo. Musk, convertido en una figura clave de la derecha libertaria, expresó recientemente su descontento con la llamada “gran y hermosa ley” promovida por Trump, que según el empresario no incluía las reformas migratorias y de libertad de expresión que él deseaba. “Esto no es lo que se me prometió”, escribió Musk en X (antes Twitter), plataforma de la que es dueño.

¿Quién es Elon Musk?

Elon Musk es el empresario sudafricano-canadiense-estadounidense detrás de algunas de las compañías más influyentes del siglo XXI: Tesla, SpaceX, Neuralink y X, entre otras. Reconocido por su audacia, su visión futurista y sus opiniones polémicas, Musk se ha convertido en una figura clave tanto en la innovación tecnológica como en el debate político contemporáneo.

Su creciente participación en la política estadounidense ha sido objeto de debate. Algunos lo ven como una voz necesaria frente al “establishment”, mientras otros lo acusan de difundir teorías conspirativas y de utilizar su poder mediático para presionar legisladores y manipular narrativas.

El jueves estalló la guerra entre Trump y Elon Musk

Las redes sociales fueron el escenario de la explosión del conflicto. Musk mencionó la relación de Trump con el fallecido Jeffrey Epstein, el financista acusado de tráfico sexual de menores.

“Es hora de lanzar la bomba: «Donald Trump aparece en los archivos Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. ¡Que tengas un buen día, DJT!”, escribió Musk.

Trump no ha hecho declaraciones sobre el twitter y por su parte, Musk no ha explicado de qué manera obtuvo documentos no divulgados sobre el desacreditado financiero Jeffrey Epstein, ni ha presentado evidencia que respalde el origen de su información.

Tras afirmar que Donald Trump aparece en los archivos de Jeffrey Epstein —donde figurarían los nombres de posibles cómplices del financista—, Elon Musk intensificó sus acusaciones al compartir un video de una fiesta organizada por Epstein en la que el expresidente habría participado. El material, grabado en noviembre de 1992 en Palm Beach, Florida, y difundido originalmente por la cadena MSNBC, muestra a un Trump de 46 años bailando con varias mujeres y manteniendo una conversación con Epstein. Las imágenes reavivaron el debate público sobre los vínculos del expresidente con el controvertido millonario, acusado años después de tráfico sexual de menores.

“No me hables de respeto, Donald. Explícanos por qué siguen ocultos los archivos de Epstein. ¿A quién estás protegiendo?”, publicó Musk, en una clara alusión al hecho de que muchos documentos relacionados con Epstein siguen clasificados o sin revelarse completamente al público.

Intentos de paz frustrados

En medio de la creciente tensión con Donald Trump, Elon Musk pidió abiertamente un juicio político contra el expresidente, intensificando así su ofensiva pública. En una declaración provocadora, amenazó incluso con desmantelar la nave espacial SpaceX Dragon, la misma que logró traer de regreso a los astronautas de la NASA desde la Estación Espacial Internacional, como forma de protesta simbólica contra la política del magnate republicano. Además, advirtió que los aranceles propuestos por Trump tendrían un efecto devastador en la economía, anticipando que podrían desencadenar una recesión hacia finales de año.

Según medios estadounidenses, varios aliados de ambos bandos —incluyendo donantes republicanos y empresarios influyentes— intentaron mediar para calmar las aguas. Sin embargo, los esfuerzos fracasaron. “Ambos tienen egos demasiado grandes para ceder primero”, declaró un asesor anónimo cercano a Trump.

¿Y ahora qué?

La guerra abierta entre Trump y Elon Musk podría tener consecuencias reales. Si Trump cumple su promesa de revisar los contratos gubernamentales con Musk, empresas como SpaceX podrían perder miles de millones en licitaciones con la NASA y el Pentágono. Por otro lado, Musk ha demostrado ser capaz de influir en la opinión pública. Su plataforma X es clave en la batalla por el control del discurso político.

Lo que está claro es que la pelea entre Trump y Musk ya no es solo un espectáculo mediático: es una batalla por el poder, la influencia y la narrativa en la era digital.

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