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Según los expertos la fertilidad femenina es un continuo. Sin embargo, la edad es el factor que más afecta las posibilidades de que una mujer quede embarazada, aunque también influyen otros muchos factores.
Claves sobre la fertilidad femenina después de cumplir los 35 años
Realmente es toda una ironía que justo cuando es biológicamente más fácil para una mujer quedar en cinta y tener un hijo, muchas no estén ni de lejos interesadas en embarazarse. Y, no obstante, muchas mujeres no son conscientes de hasta qué punto el tiempo juega en su contra. Una encuesta que se llevó a cabo en Estados Unidos donde participaron mil mujeres de entre 18 y 40 años, reveló que el veinte por ciento de ellas desconocía los efectos de la edad en la fertilidad femenina.
Tarun Jain, endocrinólogo reproductivo y director médico del Centro de Fertilidad y Medicina Reproductiva de Northwestern Medicine (Chicago), aseguró que la edad media a la que la mujer desea quedarse embarazada no ha dejado de aumentar. Y esto está sucediendo debido a que, cuando su fertilidad está en su punto álgido, la mujer está enfocada en su carrera profesional o no está preparada para sentar la pareja de sus sueños.
Jain dijo que muchas mujeres quedan sorprendidas cuando se enteran de que la fertilidad femenina disminuye con la edad. Y que a medida que la mujer va envejeciendo a la vez que disminuye la fertilidad, aumentan los abortos espontáneos y los defectos congénitos en los bebés. El experto agregó que es un viaje bastante doloroso cuanto mayor se torna una mujer.
Cuál es la edad óptima de fertilidad femenina
De acuerdo con el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, ACOG, la fertilidad femenina (la capacidad que tiene la mujer de quedar embarazada) alcanza su punto álgido entre el final de la adolescencia y los veinte años. A partir de los 30 años de edad, la fertilidad femenina comienza a disminuir, y pasados los 35 años el ritmo se acelera.
Concretamente, antes de los 30, la mujer tiene un 85 por ciento de probabilidades de quedar en cinta en el plazo de un año; a los 30 años, esas probabilidades descienden al 75 por ciento; y a los 35, disminuye al 66 por ciento, de acuerdo con las investigaciones. A los 40, apenas tiene un 44 por ciento de probabilidades de embarazarse en un plazo de un año. La Sociedad Española de Fertilidad, SEF, señala que una mujer con 30 años que busca concebir tiene una probabilidad mensual de embarazo del 20 por ciento, mientras que a los 40 años esta probabilidad desciende a menos de 5 por ciento.
La endocrinóloga reproductiva y gineco-obstetra de la Universidad de Yale, Ann Carson, dijo que la fertilidad se encuentra en un continuo, y explicó que se trata de una pendiente descendente gradual.
¿Por qué desciende la fertilidad femenina?
A diferencia de los hombres, que pueden producir un nuevo lote de espermatozoides cada 72 días, las mujeres nacen con todos los óvulos que van a tener toda su vida. Esto es aproximadamente entre uno y dos millones en los ovarios. Este número disminuye a entre 300.000 y 500.000 durante la pubertad y sigue su trayectoria descendente a partir de ese momento. En los años de menstruación, las mujeres pierden óvulos cada mes. Jain explicó que muchas mujeres piensan que pierden un óvulo cada vez, pero realmente se trata de una cohorte de diez a veinte al mes.
En el momento en que un óvulo está maduro, este sale durante la ovulación. Existe un intervalo de doce a 24 horas en el que puede ser fecundado por un espermatozoide. El experto explicó que los demás óvulos mueren debido a un proceso denominado apoptosis. Es decir, la apoptosis es una muerte celular biológicamente programada que forma parte inherente de la fecundación ovárica de los seres humanos. A los 37 años, el recuento de óvulos en la mujer se reduce a 25.000 y a los 52 años, que es la edad media de la menopausia en Estados Unidos, quedan a lo sumo mil óvulos en los ovarios.
La producción de estrógeno también disminuye
Cuando la mujer se encuentra en la mediana edad, al mismo tiempo que los óvulos son menos en cantidad y menos viables, también disminuye la producción de estrógeno. Esto, sumado a una menor frecuencia de liberación de óvulos, da paso a ciclos menstruales irregulares.
R. Kate Byron, ginecóloga y obstetra de la Universidad Estatal de Ohio (Columbus), dijo que es parte del envejecimiento, a medida que las mujeres envejecemos, nos sales arrugas y nuestro metabolismo se ralentiza, y continuamos perdiendo óvulos.
Aunque no se trata de una cuestión de número. La SEF asegura que con la edad los óvulos contienen cada vez más alteraciones cromosómicas que hacen más difícil el embarazo.
Los óvulos cromosómicamente anormales
Joseph Hill, endocrinólogo reproductivo y especialista en fertilidad de Fertility Centers of New England, explicó que cuando la mujer tiene entre 45 a 50 años, la mayoría de sus óvulos que aún están en sus ovarios son cromosómicamente anormales. Y que la mayoría de los óvulos cromosómicamente anormales no permiten la fecundación. De los que lo logran, la mayoría no llegan a ser embriones que puedan ser implantados en el útero. De los óvulos que sí se quedan implantados, el 70 por ciento se pierden en las primeras once semanas a causa de aborto espontáneo.
Está demostrado que la cantidad de óvulos cromosómicamente normales que tienen las mujeres disminuyen con la edad. A medida que envejecen, tienen un mayor número de óvulos genéticamente anormales, y cada mes luego de la ovulación queda en reserva un mayor porcentaje de óvulos anormales, señaló Carson.
¿Y la fertilidad masculina?
En el caso de los hombres, ellos no experimentan un golpe relacionado con la edad en su fertilidad, aunque es verdad que la calidad del esperma se deteriora un poco con la mayor edad. Sin embargo, cada 2 meses y medio el hombre hace borrón y cuenta nueva en la producción de esperma. Según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM), no existe una edad máxima a la que un hombre no pueda engendrar un hijo.
Carson, ex presidente de la ASRM, dijo en este sentido que es bastante injusto el hecho de que a medida que los hombres envejecen, suelen tener problemas de erección, pero su fertilidad no cambia significativamente, mientras que la libido de las mujeres tiende a subir, pero son menos fértiles.
Factores genéticos, no todas son iguales
Por otro lado, los factores genéticos también pueden influir en la rapidez con que mueren los óvulos de una mujer. Jain explicó que la reserva de óvulos de algunas mujeres merma a una mayor velocidad que la de otras. Y que probablemente haya algún tipo de programación biológica ligada a eso. Agregó que el útero no envejece, sino los ovarios, y por esa razón puede producirse un embarazo en mujeres mayores que usan un óvulo donado.
También están algunos factores relacionados con el estilo de vida, la exposición a toxinas ambientales, como las sustancias químicas de los plásticos (como el bisfenol A) y los pesticidas, además de ciertas afecciones médicas pueden influir en la calidad de los óvulos. A medida que las mujeres envejecemos, hay más tiempo para que los factores de las toxinas reproductivas y del estilo de vida dañen los óvulos que están en reserva, añadió la experta.
Hill señaló que en cuanto al estilo de vida, fumar es tóxico para los óvulos y los daña de forma prematura, razón por la cual las fumadoras suelen tener la menopausia antes que las no fumadoras. Por otro lado, la obesidad puede afectar de manera negativa a la fertilidad de las mujeres, agregó. “Con el exceso de peso se produce una reacción inflamatoria que puede afectar a la calidad de los óvulos y a la implantación“, explicó Hill.