Leonor y Sofía debutan como anfitrionas en la recepción real en Marivent

Leonor y Sofía debutan como anfitrionas en la recepción real en Marivent. Las hijas de los Reyes de España participan por primera vez en el tradicional encuentro con la sociedad civil balear durante sus vacaciones en Mallorca.

Por primera vez, la princesa Leonor y la infanta Sofía han ejercido como anfitrionas junto a sus padres, los Reyes Felipe VI y Letizia, en la tradicional recepción que se celebra cada verano en el Palacio de Marivent. Este evento reúne a unos 600 invitados, entre representantes de la sociedad civil, la cultura, el deporte, la empresa y la política de Baleares. Este evento marca uno de los momentos más destacados del calendario estival de la Casa Real.

La presencia de las hijas de los monarcas no ha pasado desapercibida. Se trata del debut oficial de ambas en esta recepción, coincidiendo con un cambio simbólico importante: por primera vez, tanto Leonor como Sofía ya son mayores de edad. La infanta alcanzó la mayoría de edad en abril pasado, mientras que la princesa de Asturias lo hizo en octubre del año anterior.

Las hijas de los Reyes refuerzan la continuidad de la Corona

Este paso refleja el creciente protagonismo institucional de las jóvenes, especialmente de Leonor, heredera al trono, quien ha intensificado su agenda pública en los últimos meses. La princesa, además, ha acompañado recientemente en solitario a su padre, el rey Felipe VI, en una jornada de regatas de la Copa del Rey de vela en el Real Club Náutico de Palma, otro de los compromisos veraniegos más emblemáticos de la familia real.

La participación de Leonor y Sofía en la recepción de Marivent subraya su paulatina incorporación a la vida oficial y su formación como representantes de la Corona. Acompañaron a sus padres durante el saludo a los asistentes, luciendo sonrisas, complicidad y cercanía. Destacaron por su naturalidad y elegancia, en un entorno que mezcla formalidad y distensión.

Este tipo de actos no solo fortalece el vínculo entre la monarquía y la sociedad balear, sino que también sirve como escenario para presentar públicamente a las futuras generaciones de la familia real. El verano mallorquín, que tradicionalmente ha sido un espacio de descanso para los monarcas, se convierte así también en una oportunidad para reforzar su imagen institucional y mostrar continuidad en la institución.

Con este primer papel como anfitrionas, Leonor y Sofía dan un paso más en su camino hacia el futuro de la monarquía española, bajo la atenta mirada de la opinión pública y con el respaldo de una agenda que poco a poco se adapta a sus nuevas responsabilidades.

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