El asteroide Ryugu fue encontrado desde el espacio con materia orgánica y agua carbonatada dentro de él 

El asteroide Ryugu tiene un contenido con mucha más antigüedad que el Sol. Hayabusa2, la cápsula de sonda espacial japonesa, contiene muestras del asteroide, luego de aterrizar en Australia, en el sur de la región. Esta cápsula de sonda espacial contaba con dos muestras diferentes del asteroide encontrado.

La vida a la Tierra llegó desde el espacio

El grupo de investigación encargado del asteroide Ryugu halló en el interior materia orgánica y agua carbonatada con sales; un hallazgo que, aseguran, ayudaría a la hipótesis de que del espacio llegó la vida al planeta Tierra.

En el transcurso de los exámenes, se determinó que, en lo profundo de un cristal de muestra, había agua líquida. Dicha agua era carbonatada, la misma que contenía sales y aparte materia orgánica. La que en una ocasión se vio presente en el cuerpo principal del asteroide Ryugu, conforme al estudio publicado hace unos días por la revista “Science” y JAXA la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón.

El estudio fue publicado gracias al primer aniversario del inicio de las investigaciones de muestras recogidas por la sonda espacial japonesa Hayabusa2 en su principal misión. Y cuyos resultados apoyan la hipótesis que sostiene que la materia orgánica y el agua llegaron al planeta tierra por medio de asteroides y demás cuerpos, conforme al grupo de expertos.

Encuentran aminoácidos en el asteroide Ryugu

La cápsula espacial japonesa Hayabusa2 aterrizó en el sur de Australia con las muestras del asteroide Ryugu. Hay algunas teorías en cuanto a la presencia de vida en el planeta Tierra. Unas indican que esto se dio lentamente partiendo de moléculas inorgánica que abrieron paso a compuestos orgánicos, entre ellos los aminoácidos. Pero, por otro lado, algunas teorías plantean la hipótesis de que los compuestos orgánicos pudieron haber llegado por medio de meteoritos.

Los expertos encargados, organizados por el maestro Nakamura Tomoki de la Universidad de Tohoku; han mostrado el hallazgo de aminoácidos en los análisis del material del asteroide, tomados en cuenta como una de las bases fundamentales de la vida.

En concreto, la gota de agua fue hallada en lo profundo de un cristal de sulfuro de hierro que, además contenía dióxido de carbono.

En la superficie de las muestras, además aparecieron cristales con un molde muy parecido al de arrecifes de coral, del cual se estima que se generaban en el agua líquida; la cual estaba presente en lo profundo.

Resultados de 17 partículas del asteroide Ryugu indican que tuvo una formación de más de 4,5 millones de años

Los expertos, separados por dos institutos de conservación ampliada en todo el planeta y seis grupos, además llevaron a cabo exámenes de dureza, magnetismo y conductividad térmica de las 17 partículas extraídas por Ryugu, los que por medio de resultados realizaron una simulación de su formación, constando de 4,600 millones de años.

Conforme a sus evaluaciones, el cuerpo originario al que pertenecía contaba con aproximadamente 100 kilómetros de diámetro, originándose en la oscuridad de una nebulosa esencial muy retirada del Sol y que actualmente no existe, el cual estaba principalmente conformado por hielo y roca.

Su cuerpo inicial se creó en una temperatura de -200 grados Celsius, pero se encontraron partículas de temperaturas elevadas que se estima viajaron desde muy cerca del Sol hasta el sistema exterior.

Muestras del asteroide

Las muestras de este asteroide y la luna, proporcionan una fuente rica en futuros conocimientos. El cuerpo inicial del asteroide se habría destruido debido a una colisión y los expertos estiman que pudo ser pariente de la familia de los asteroides Eulalia o Polarna. Y, que además se habrían originado de la destrucción del cuerpo principal del asteroide Ryugu.

Después de un viaje de seis largos años y 5.200 millones de km, las sonda Hayabusa2 dejó caer hace dos años en el mes de diciembre 06, sobre Australia un contenedor con una mínima cantidad de gas y polvo de Ryugu.

Hayabusa2, enviada en el año 2014, tuvo contacto dos veces con la superficie del cuerpo de Ryugu para el año 2019; de esta manera recogiendo muestras en una ardua y complicada operación.

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