El cambio climático también está perjudicando nuestra salud mental

A medida que las catástrofes naturales empeoran y son más frecuentes en nuestro planeta por el cambio climático, el miedo a lo que nos depara el futuro es un asunto cada vez más común en las consultas psicológicas.

La gente está comprendiendo que el cambio climático es un fenómeno muy real

Se están secando los ríos, potenciando los incendios forestales, alterando las estaciones tal y como las conocemos y elevando los mares, todo esto provocado por el cambio climático. Todas estas alteraciones desastrosas ocurren en los entornos de los que dependemos para alimentarnos y cobijarnos, pero además están perjudicando nuestra salud mental. El psicólogo de la Facultad de Psicología de Michigan (EEUU), Derrick Sebree aseguró que, sobre todo nos perjudica a medida que más personas comienzan a entender que el cambio climático es un fenómeno muy real.

En un informe de Naciones Unidas que fue publicado recientemente se expone que existen casos de problemas de salud mental como consecuencia del aumento de las temperaturas y el clima extremo. Además, el documento de la ONU advierte que estas condiciones extremas solo van seguir empeorando.

En el año 2017, la Asociación Americana de Psicología explicó que los especialistas en traumas y los terapeutas van a ser casi tan imprescindibles como los centros de refrigeración y los hogares elevados para ayudar a la gente a enfrentar a un mundo cambiante.

Seguidamente veremos lo que se debe conocer acerca de lo que el cambio climático está provocando a nuestra salud mental y lo que se puede hacer para atenderlo.

Sufrir TEPT (pesadillas, recuerdos ansiedad)

En el momento en que el huracán Katrina devastó Nueva Orleans, las inundaciones y la tormenta mataron alrededor de 2.000 personas y destruyeron cera de 300.000 hogares. Luego del paso de Katrina, una investigación realizada entre 400 personas mostró que una cuarta parte de ellas sufrió estrés postraumático durante los 2 años siguientes al huracán.

Los psicólogos que tratan a supervivientes de catástrofes naturales aseguran que los problemas de salud mental no siempre aparecen de forma inmediata.

Dix Moore-Broussard, un terapeuta que vivió esta catástrofe y trató a quienes sufrieron TEPT a causa de Katrina; explicó que, una persona puede pensar que se encuentra muy bien y, 2 o 3 años después, “boom”, resulta que no.

A parte de los típicos síntomas del TEPT, que son pesadillas, recuerdos, ansiedad; Moore-Broussard aseguró haber visto pacientes que sufrían de ansiedad anticipatoria, una intensa preocupación por lo que podría suceder en el futuro. Y los síntomas suelen aparecer de manera inesperada o ser causadas por condiciones meteorológicas que recordaban a los huracanes.

Moore-Broussard dijo que también ha trabajado con niños que no podrían soportar una tormenta eléctrica, a causa del trauma de Katrina.

Esta clase de trauma puede llegar a alterar el funcionamiento normal del cerebro de la persona. De acuerdo con un estudio publicado recientemente, en el cual se analizaron las repercusiones de los incendios forestales en la salud mental; quienes se ven afectados por esta clase de incendios tenían dificultades para concentrarse y procesar sus pensamientos.

El cambio climático está generalizando la ansiedad ecológica

Thomas Doherty, quien es psicólogo especializado en cambio climático, afirmó que, en los últimos 4 o 5 años, a medida que los efectos del cambio climático se han vuelto menos abstractos y más reales, la ansiedad ecológica pasó de afectar a personas muy preocupadas por el ambiente a ser un problema generalizado.

Luego de una ola de calor sin precedentes ocurrida en 2021, los habitantes de la Columbia Británica en Canadá, eran cerca de un 40 por ciento más propensos a sentir ansiedad climática.

Entre las personas más jóvenes, la ansiedad sobre cómo el cambio climático va a determinar el futuro es un problema realmente grave.

En una encuesta llevada a cabo a 10.000 jóvenes de 16 a 25 años de diez países, se halló que el 59 por ciento se mostraba muy preocupado por el cambio climático y el 84 por ciento, al menos moderadamente.

Cuando la gente tenía la sensación de que sus gobiernos ignoraban el cambio climático o hacía poco para combatirlo, sus sentimientos negativos empeoraban.

El calor y la mala salud mental

Por otro lado, las altas temperaturas se vienen asociando con la violencia, el suicidio y el abuso del alcohol. El calor puede provocar que la persona se sienta incómoda, agotada y sedienta. Además, puede dificultar un sueño reparador, lo que significa un problema relacionado a una mala salud mental.

Susan Clayton, experta en cambio climático y psicología del College of Wooster (EEUU), dijo que, el calor es una fuente de estrés, la persona sabe que está incómoda. Y que, si alguien choca con esa persona, es más posible que salte y piense: “este imbécil lo ha hecho intencionalmente”.

A medida que el cambio climático provoca que las olas de calor como las registradas en el Pacífico Noroeste de los Estados Unidos en 2021 y en Pakistán el año pasado sean más comunes, podría provocar más suicidios. Una investigación realizada en 2018 y publicada en la revista “NatureClimate Change” proyectó que los próximos aumentos en el clima caliente podrían contribuir a alrededor de 20.000 suicidios en exceso en EEUU y en México en los próximos treinta años.

A pesar de que un caluroso día de verano invada toda una comunidad, no todas sus partes lo sienten de la misma forma.

En este sentido, Sebree dijo que, los centros urbanos y las poblaciones de bajos ingresos acostumbran estar más expuestas al calor extremo. Y que no se puede escapar del calor extremo a menos que se cuente con suficientes recursos.

Las investigaciones demuestran que los barrios más pobres experimentan temperaturas más altas y tienen menos acceso a lugar sombreados.

¿Qué es la solastalgia?

Muchas víctimas de esta clase de catástrofes han visto sus casas destruidas en un instante, aunque otras han tenido que presenciar cómo el alrededor se va transformando lentamente hasta quedar totalmente irreconocible.

De la misma manera que con la ecoansiedad, los expertos han acuñado una nueva expresión para describir esta clase única de dolor: la solastagia. Esta se describe como un tipo de nostalgia que la persona puede sentir por su casa a pesar de no haberla abandonado.

Para poder documentar la forma en que estos cambios minan el bienestar de la gente, los científicos dedicaron todo un año para llevar a cabo 72 entrevistas en profundidad a la comunidad inuit de Canadá. En pueblos indígenas como este, donde sus habitantes dependen de la pesca y la caza para sobrevivir, y donde las familias han echado raíces durante varias generaciones, el cambio climático viene provocando que el hogar parezca extraño.

El lugar donde se realizaron las entrevistas, Rigolet, se encuentra en la costa oriental de Canadá, justo frente a Groenlandia. En la encuesta el 98 % de los participantes manifestaron un inmenso amor por su tierra, y muchas de las entrevistas mostraron que los cambios en el medio ambiente están perjudicando la salud mental y emocional de esta gente.

Este tipo de cambios, tan repentinos y profundos dejan a las comunidades en estado de agitación. Otra investigación sobre las comunidades indígenas del Ártico canadiense mostró que las tasas de suicidio eran realmente altas en el Ártico.

¿Cómo sanar el trauma que provoca el cambio climático?

Los terapéuticos se toman muy en serio el cambio climático. En los Estados Unidos la Alianza de Psicología Climática viene ayudando a las personas a hallar terapeutas locales que hayan manifestado su interés por tratar esta clase de trastornos, que se relacionan con el clima.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha animado a los países a integrar la salud mental dentro de sus políticas de combate al cambio climático.

Los psiólogos y psiquiatras usan cada vez más la naturaleza en sus recetas. Desde el arte japonés de los baños de bosque hasta el senderismo están ayudando a tratar a gente cuya enfermedad tiene su origen en el medio ambiente.

Clayton aseguró que, las personas que padecen ansiedad climática tienden a preocuparse por el entorno y pueden beneficiarse de pasar tiempo al aire libre.

Los científicos han demostrado que pasar tiempo en la naturaleza mejora no solo trastornos físicos como el asma y la hipertensión, sino también trastornos mentales como la depresión y la ansiedad.

Sebree afirmó que, la terapia al aire libre ayuda a la gente a entender su conexión con el medio ambiente y la naturaleza. Y que, incrementar el bienestar mejora el sentido de uno mismo, la idea de que uno forma parte de algo. Para algunas personas existe un elemento espiritual. Y ofrece una conexión profunda con ellos mismos, con otras personas y con los animales.

Clayton terminó diciendo que, muchas personas que padecen estrés por el cambio climático aseguraron que no siempre se les toma en serio. Y que el solo hecho de que sea reconocido ya es importante. Que una persona diga sí, tienes razón al preocuparte por el medio ambiente.

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