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Gisele Pelicot: una historia de horror y traición
Gisele Pelicot, una mujer francesa que hoy tiene 72 años, se ha convertido en símbolo de la lucha contra la violencia sexual y la impunidad en Francia. Su historia estremeció al país en 2023, cuando se conoció que había sido drogada y violada durante 9 años por más de 50 hombres, mientras su propio marido, Dominique Pelicot, organizaba los abusos y los grababa en video.
El origen del calvario
Los hechos ocurrieron entre 2011 y 2020 en el pequeño pueblo de Bagnols-sur-Cèze, en el sur de Francia. Gisele vivía una vida aparentemente normal con su esposo, hasta que un día, tras una caída y una visita médica, comenzaron a surgir sospechas. Los análisis revelaron la presencia de potentes somníferos y ansiolíticos en su organismo, sin que ella recordara haberlos tomado. Poco después, Gisele descubrió la verdad: su marido la drogaba para que perdiera el conocimiento y luego invitaba a otros hombres a abusar de ella, grabando todo en videos que guardaba en su ordenador.
Reclutaba a todos esos hombres en una web libertina, hoy ya clausurada, y los invitaba a su casa a violar a su mujer, a la que suministraba ansiolíticos previamente.
Las pruebas y el juicio
Todo se destapó cuando en noviembre de 2020 fue detenido en un supermercado por haber grabado a mujeres por debajo de la falda. Los investigadores le requisaron el teléfono y descubrieron parte de esos vídeos que él habría grabado. Era solo el principio. Gisèle Pelicot ha vuelto a relatar hoy las ausencias que tenía, cuando se quedaba en blanco o no se acordaba de lo que había hecho el día anterior. Ella siempre pensó que tenía Alzheimer. Nunca imaginó que su marido le suministraba ansiolíticos en altas dosis.
En 2023, Dominique Pelicot fue condenado junto con otros 50 hombres por violación agravada y complicidad en violación. El tribunal determinó que Gisele estaba completamente inconsciente durante los abusos, incapaz de defenderse o consentir. Los videos encontrados en la computadora del marido fueron una pieza clave en el proceso: en ellos se ve a la víctima inmóvil, sin reacción, mientras los agresores la violan.
Los hechos dominifueron juzgados por el tribunal penal de Aviñón tras un proceso que se extendió durante casi cuatro meses. El 19 de diciembre de 2024, los cincuenta acusados fueron hallados culpables: cuarenta y seis por violación agravada, dos por intento de violación y otros dos por agresión sexual. Además, un hombre adicional fue condenado por haber violado a su propia esposa utilizando el mismo procedimiento, en presencia de Dominique Pelicot. Las penas impuestas oscilaron entre tres y veinte años de prisión.
Nuevo juicio por uno de los condenados
Uno de los condenados, Husametin D., de 44 años, recibió una pena de nueve años de prisión. Sin embargo, apeló la sentencia, y este miércoles fue nuevamente juzgado en el Tribunal de Apelación de Nîmes, al sur de Francia.
El acusado prestó declaración y negó haber violado a Gisèle Pelicot, pese a que en la audiencia de la mañana se proyectaron más de una docena de videos grabados por Dominique Pelicot, en los que se documentan las agresiones. Las imágenes, de una crudeza extrema, muestran con claridad que la víctima se encontraba completamente inconsciente.
Durante la audiencia, Gisele Pelicot asistió y enfrentó con valentía al acusado, mirándolo a los ojos y preguntándole: “¿Cuándo va a reconocer que me ha violado?”. Usted dice que es víctima. ¿Víctima de qué? ¿De haberme violado? Asuma sus actos. Yo soy la única víctima que hay en esta sala”. Ha añadido: “Siento vergüenza por usted”.
Una víctima que busca justicia completa
El caso ha tenido un fuerte impacto mediático y social en Francia. Gisele Pelicot, que durante años fue víctima sin saberlo, ha decidido hacer pública su historia para denunciar no solo a sus agresores, sino también los fallos del sistema judicial y médico que no detectaron antes los signos del abuso. Su testimonio ha impulsado debates sobre la violencia sexual, el consentimiento y la necesidad de reforzar los controles sobre el uso de drogas sedantes.
El desafío de volver a vivir
Hoy, Gisele continúa su batalla en los tribunales y en la vida cotidiana. Dice que su objetivo no es solo lograr condenas firmes para todos los responsables, sino también recuperar su identidad y su dignidad. En sus propias palabras: “Me robaron años de vida. Pero ahora soy yo quien decide qué hacer con el tiempo que me queda.”