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La educación sexual es un tema que se debe impartir a edad temprana, dejando a un lado el tabú y los prejuicios; y, en su lugar inculcarla como un factor de importancia que no resulte incómodo tanto para quienes dictan las charlas como para quienes las reciben. Así lo señalan los expertos en sexología.
Muchos padres tienden a presentar complicaciones al momento de abordar temas relacionados a la intimidad física con sus hijos por miedo a no saber cómo reaccionar ante las preguntas o inquietudes que manifiesten los jóvenes, sobre todo si se trata de niños. Aunque, de acuerdo a investigaciones anteriores, las actitudes respecto a la educación sexual pueden variar en un amplio espectro entre países, culturas y familias. Por lo que hablar de estos temas puede darse con naturalidad y fluidez, tratarse con pinzas o en el peor de los casos evitar en lo posible hablar al respecto.
Un ejemplo de ello se pudo observar en un estudio realizado en Reino Unido. Donde los padres a menudo manifestaban sentirse avergonzados y temían no contar con las habilidades o el conocimiento necesario para hablar con sus hijos acerca del sexo.
No obstante, ese mismo estudio se encontró que en países como Suecia o Países Bajos, los progenitores hablaban abiertamente con sus hijos sobre la intimidad sexual desde temprana edad. Y, existe la posibilidad de que el porcentaje de enfermedades de transmisión sexual y embarazos en adolescentes hayan disminuido a causa de estas charlas, en comparación con otros lugares como Gales e Inglaterra.
La educación sexual y su impacto a largo plazo
Es un hecho que los padres que presentan incomodidades al hablar de temas sexuales con sus hijos pueden encontrarse en una situación complicada. Y aunque lo ideal sería que pudieran hacerles saber a sus hijos que pueden acudir a ellos cuando tienen alguna pregunta o problema relacionado al sexo, la realidad es que no todos se encuentran preparados para asumir tales roles.
En plena era digital, en la que los niños pueden encontrarse con contenido gráfico en línea, resulta imprescindible que los adultos sepamos orientar a los jóvenes en temas de educación sexual de la mejor manera posible. Así lo indica la profesora de salud pública en la Universidad Estatal de Montclair Eva Goldfarb, quien además es coautora de una revisión sistemática de literatura de los últimos 30 años de educación sexual integral.
La experta explica que, aunque la revisión se enfoca en las escuelas, su investigación también incluye lecciones importantes para los padres. Haciendo énfasis en que la educación sexual puede tener un impacto positivo a largo plazo; ya que puede ayudar a los jóvenes a formar relaciones saludables. Por lo que exhorta a los padres a tener este tipo de conversaciones con sus hijos y no posponer el tema para luego.
Goldfarb afirma que las charlas comienzan antes de lo que podríamos pensar, incluso los niños desde muy pequeños pueden aprender a identificar los nombres de las partes y funciones del cuerpo humano. Así como la integridad y el control sobre el mismo. Esto también implica hablar sobre temas que los padres quizás ni siquiera lo consideren relacionados con el sexo, pero que tienen que ver con las relaciones de una forma más amplia.
¿Cómo iniciar las charlas con los jóvenes?
El proceso debe llevarse paso a paso. Los padres que no se sientan seguros sobre cuándo y cómo iniciar estas conversaciones, pueden utilizar herramientas de las escuelas para tener una mejor guía. En un estudio realizado en Reino Unido en el año 2016, los padres a los que se les facilitaron los libros usados para las clases de educación sexual de sus hijos, manifestaron entender mejor el tema, diciendo que esto les dio mayor seguridad al momento de hablar con sus hijos acerca del sexo.
De igual forma, Goldfarb enfatizó en que también puede resultar útil para los padres el hecho de tener reuniones con los profesores de educación sexual. Así como recibir talleres e información sobre el contenido que sus hijos aprenderán al comienzo de cada año escolar.
Otro punto de partida para los padres son las pautas internacionales para la educación sexual. Las cuales sirven como guía integral basada en evidencia publicada por la Unesco. De esta forma, los padres pueden obtener consejos apropiados según la edad de los jóvenes.
Guía de la Unesco
La Unesco utiliza en el documento ideas básicas y claras acerca de los cuerpos y las relaciones saludables organizadas en bloques para distribuir con eficiencia la información y evitar transmitir todo el contenido en una larga y pesada conversación. Una muestra de ello se puede ver en una sección dirigida a niños de 5 a 8 años, en la que se comparte una idea clave de que “toda persona tiene el derecho de decidir quién puede tocar su cuerpo, dónde y de qué manera”.
En el caso de los adolescentes, las charlas pueden incluir debates acerca de la salud emocional, como formas de contrarrestar la presión de los compañeros o lo que significa realmente asumir la responsabilidad de uno mismo como individuo y de los demás. Así como compartir información específica sobre los condones y otros métodos anticonceptivos.
El placer como factor clave en la educación sexual
En estudios fue descubierto que el placer es un factor muy poderoso en la educación sexual, aunque continúa siendo relativamente poco usado. Una nueva revisión sistemática de las intervenciones de salud que introdujeron el placer llegó a la conclusión de que explicar el disfrute en relación al acto sexual puede llegar a fomentar hábitos más seguros en las personas.
En la investigación se detectó que los programas que orientaban a las personas sobre cómo lograr el placer sexual, tuvieron una mejora en el uso del condón más significativa que aquellos individuos que solo se centraban en los peligros de tener sexo sin barreras de protección.
Mirela Zaneva, coautora del estudio y candidata a doctorado en psicología experimental en la Universidad de Oxford recalcó lo importante y beneficioso que puede ser hablar sobre los aspectos positivos que van más allá de la protección en el sexo. Como es el caso de utilizar el condón como una actividad divertida que puede ayudar a conectarse con la pareja. Durante el estudio Zaneva descubrió que pese a ser un factor muy importante, el placer no suele ser mencionado en la educación sexual.
La experta explica que los jóvenes que no tienen charlas sobre el placer que experimentan las personas durante el sexo, se pierden de aspectos positivos sobre la intimidad en su educación sexual. Ya que es muy probable que tampoco lo escuchen en la escuela.
Proyecto Placer
Ante esto, Zaneva indica que el Proyecto Placer es una iniciativa de salud pública relacionada a la investigación que llevó a cabo y que busca ofrecer una variedad de consejos sobre cómo introducir el placer en las conversaciones de los adultos con los jóvenes acerca del sexo.
Hasta el momento el estudio ha dejado evidencia de que hablar sobre el placer en el acto sexual puede ayudar a los jóvenes a tener relaciones más seguras y sanas. Además de proporcionarle mayor conocimiento, confianza, autoeficacia y actitudes positivas acerca del sexo.
Fuentes de información confiables
Para los niños más pequeños, los padres tienden a convertirse en su principal fuente de información en temas de educación sexual. Sin embargo, en los jóvenes y adolescentes, esto suele ser un poco diferente. Ya que pueden recurrir a distintas fuentes como amigos, profesores, conocidos y demás. Por lo que los padres pueden no ser los únicos que se sientan aprensivos en estas situaciones.
En una investigación llevada a cabo en Irlanda se descubrió que mientras en el pasado la vergüenza y la ignorancia de los padres eran los obstáculos principales para iniciar conversaciones saludables sobre el sexo, en la actualidad son los mismos jóvenes quienes suelen a rechazar estas charlas, al asegurar que ya conocen los hechos.
No obstante, esto no quiere decir que los padres deban omitir el tema. Sino más bien buscar las formas de tener conversaciones en las que todos puedan sentirse cómodos y abiertos. Ante este hecho, Goldfarb recomienda a los padres hacerles saber a sus hijos con anticipación cuando deseen hablar sobre algún tema delicado o difícil de comunicar. De esta manera no se sentirán emboscados, y es más probable que estén mejor preparados para hablar con tranquilidad.
Superar las aprensiones puede convertirse en una experiencia realmente liberadora. Pues después de todo, el acto sexual y las relaciones saludables son de gran importancia en cualquier etapa de la vida adulta. Y los jóvenes, al encontrarse al comienzo de esa travesía tienen la oportunidad de definir sus hábitos, valores y prioridades que pueden traerles beneficios a lo largo de su vida. No solo en encuentros íntimos, sino también como parte de sus experiencias de forma segura.