Estados Unidos pudiera verse arrastrado por una guerra en Oriente Medio

En estos momentos los Estados Unidos pudiera estar muy cerca de verse arrastrado a una guerra que se desarrollaría en Oriente Medio, según los analistas.

En Yemen un buque de la Marina de los Estados Unidos intercepta misiles lanzados por un grupo de rebeldes hutíes. Mientras que en Siria dos bases estadounidenses son atacadas. Y en Iraq disparan drones y cohetes contra las fuerzas de EEUU.

La guerra en Gaza ya comenzó, pero hay posibilidades que se expanda por todo Oriente Medio

Los Estados Unidos ha desplegado 2 grupos de portaaviones en el Mediterráneo oriental con la intención de persuadir a Irán y a sus aliados Siria y Hezbollah, y evitar que abran nuevos frentes contra Israel. Al menos dos mil infantes de Marina de EEUU se encuentran en estado de alerta para un posible despliegue en esta región de Oriente Medio.

En este sentido, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, permaneció en suelo israelí por siete horas este miércoles, demostrando que está dispuesto a brindar total apoyo a la campaña de Israel contra Gaza, a pesar de insistirle a los dirigentes israelíes, y repitiéndolo en su discurso del jueves por la noche desde Washington, a no dejarse enceguecer por la rabia.

Sin embargo, el presidente estadounidense se comprometió a proporcionar al Gobierno israelí miles de millones de dólares en ayuda adicional.

Previamente, Antony Blinken, secretario de Estado, permaneció 7 horas reunido con el gabinete de guerra israelí, no con el gabinete normal de Israel, sino con el gabinete de guerra de Israel.

Al mismo tiempo, el Gobierno de Estados Unidos está enviando por vía aérea enormes cantidades de municiones y también equipos para ayudar al esfuerzo de guerra de Israel.

¿EEUU se está acercando a la posibilidad real de participar en una guerra en Oriente Medio?

Todo lo dicho anteriormente equivale a que pareciera que los Estados Unidos está cada vez más cerca de la posibilidad real de participar de manera directa en una guerra regional en Oriente Medio. Y no estamos hablando de lo que fue la campaña de 1991, que se llevó a cabo para expulsar al ejército de Saddam Hussein de Kuwait. Tampoco se trata de la invasión de Iraq del año 2003, ambas acciones precedidas de meses de planificación y preparación. Es decir que Estados Unidos y sus aliados planificaron en aquel entonces el momento, el lugar y la escala del ataque.

Actualmente, en el mejor de los casos, EEUU se apresura a responder a eventos que se escapan en gran medida a su control.

Y es precisamente en este terreno tan peligroso que comienzan a aparecer las vulnerabilidades de la creciente presencia militar estadounidense en Oriente Medio, que de repente resultan muy obvias.

Las rivalidades religiosas que existen en Oriente Medio

EEUU tiene tropas instaladas en la parte noreste y sureste de Siria, el cual es un país en donde operan el ejército de Bashar al-Assad y también fuerzas rusas, turcas, iraníes y de Hezbollah, una serie de facciones éstas contrarias al régimen y milicias kurdas; al igual que los restos todavía activos del Estado Islámico.

Por su parte, Israel constantemente está bombardeando objetivos en Siria. El más reciente, de acuerdo a la opinión generalizada, fueron los aeropuertos de Damasco y de Alepo (unas de las principales ciudades sirias), con la intención de impedir que Irán envíe armas y municiones a Siria.

Washington además tiene presencia militar en Iraq, país donde una miríada de milicias muy bien armadas y curtidas en muchas batallas respaldadas por Irán están operando en gran medida de manera independiente del gobierno de Bagdad.

El caso de Irán

Aunque este país viene siendo sancionado durante décadas por parte de Estados Unidos y sus aliados, Irán ha logrado el desarrollo de un gran arsenal de armamento bastante sofisticado. Su Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica o IRGC, ha logrado una valiosa experiencia de combate en Siria y también en Iraq.

El IRGC ha brindado entrenamiento y armas a los hutíes de Yemen, a la Yihad Islámica, al régimen sirio, a Hamas y a Hezbollah.

Después del asesinato de Qasem Soleimani, comandante del IRGC, por parte de Washington en enero del año 2020, Irán tuvo la capacidad de disparar una salva de misiles contra una base del ejército estadounidense localizada en el vecino Iraq.

Y hay que considerar que mientras que a EEUU le cuesta miles de dólares enviar a un soldado o un infante de Marina al Oriente Medio; a un soldado del IRGC le es suficiente solo tomar un autobús para llegar a Damasco, a Bagdad o a Beirut.

Sin duda los Estados Unidos tiene uno de los ejércitos más fuertes del mundo, sin embargo, y como quedó demostrado en las debacles estadounidenses, primero en Vietnam y después en Afganistán; ese poderoso ejército no garantiza una victoria sobre un enemigo que está decidido y que cuenta con recursos. O, en este caso del Oriente Medio, enemigos.

En las recientes visitas que ha hecho Hossein Amir-Abdollahian, ministro de Relaciones Exteriores de Irán a Beirut, Damasco, Doha y Bagdad, ha advertido insistentemente que, si Israel mantiene su ofensiva contra Gaza, no es descartable que se abran nuevos frentes. Ésta puede ser simple retórica vacía o tal vez no lo sea.

Se desencadenan protestas contra EEUU e Israel

A medida que la guerra en Gaza va haciendo estragos, en Oriente Medio aumenta la ira. En Jordania, Libia, Yemen, Líbano, Turquía, Marruecos, Irán, Egipto y otros países han estallado protestas contra Israel, aunque gran parte de la ira se dirige también contra el más generoso, persistente y ruidoso patrocinador de Israel: EEUU.

Luego de la mortífera explosión ocurrida en el Hospital Baptista Al-Ahli de Gaza, el rey Abdullah de Jordania (el amigo árabe más colaborador de Estados Unidos) canceló la cumbre que estaba prevista con el presidente Biden en Ammán. Parece obvio que Abdullah y el resto de los participantes de la cumbre (Abdel Fattah el-Sisi, presidente de Egipto; y el presidente del Gobierno Autónomo Palestino, Mahmoud Abbas) no quisieron que los viera el mundo codo a codo con un líder estadounidense que abrazó con tal pasión a Israel en el momento en que se disparaba la cantidad de muertos en Gaza.

A pesar de que EEUU todavía puede contar con aliados entre los autócratas de Oriente Medio, en las calles se siente otra cosa. La rabia de la gente se disparó luego de la letal explosión que estremeció el pasado martes el Hospital Baptista Al-Ahli de Gaza, donde murieron cientos de personas. Las autoridades de Palestina acusan a Israel del ataque al hospital, pero Israel lo niega.

Este jueves, el presidente El-Sisi y el rey Abdullah se reunieron en El Cairo, allí emitieron una declaración conjunta para advertir que, si la guerra no es detenida y se llega a expandir, amenazaría con sumir a toda la región en una catástrofe.

Una catástrofe que está desencadenándose

En este sentido, la semana pasada se conoció desde la frontera entre Líbano e Israel (la línea de contacto de la posible catástrofe) que los combatientes de Hezbollah están atacando todos los días posiciones del ejército israelí con misiles teledirigidos contra tropas y tanques, además de atacar a equipos de vigilancia y comunicaciones.

Mientras que las alas militares de Hamas y la Yihad Islámica ocasionalmente lanza salvas de cohete contra territorio israelí. Por su parte, Israel responde atacando lo que considera infraestructura militar de Hezbollah. Muchos civiles han muerto o han resultado heridos como consecuencia de los ataques de ambos bandos.

Todo lo anterior es suficiente para mantenerse alerta, pero aún no es lo suficientemente grave como para precipitar una guerra total, y no es suficiente, hasta los momentos, para involucrar a EEUU en el conflicto. Sin embargo, existe una posibilidad bastante real.

Los grupos de portaaviones de Estados Unidos que se ven a lo lejos, están allí solo para disuadir a Irán, Hezbollah y a otros de avanzar demasiado. Si lo llegaran a hacer, y Estados Unidos, responde, entonces se acabarían las dudas acerca de una guerra en Oriente Medio.

En este momento, todas las piezas están en su lugar para que la disputa de décadas de Israel con los palestinos estalle en un cataclismo regional. Y EEUU puede hallarse en el medio.

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