¿Contractura o fibromialgia? Cómo detectarla

Muchas veces sentimos dolor de cuello, nuca y cabeza y no sabemos si es una simple contractura o algo más grave. ¿Cómo detectar si es una contractura o si es algo más complejo como una fibromialgia?

La fibromialgia se caracteriza también por dolor y sensibilidad muscular. Puede estar acompañada de fatiga y alteraciones del sueño o del estado de ánimo. Los síntomas más comunes son el dolor muscular y la sensibilidad, por eso podemos confundirlos con las contracturas. El estrés es una de las causas principales de la fibromialgia.

¿Cómo sabemos si es sólo una contractura?

¿Cómo detectamos si es contractura o fibromialgia? La contractura es un cuadro de dolor localizado originado por una tensión muscular. Generalmente se origina cuando pasamos por una situación de nervios o estrés y tendemos a contraer la zona de hombros y nuca. Con calor en la zona y ejercicios relajantes de cuello, hombros y cabeza puede aliviarse. Si trabaja muchas horas en una computadora, debería hacer una pausa cada 45 minutos y relajar la zona con ejercicios.

En cambio, la fibromialgia provoca dolor musculo esquelético generalizado que se acompaña con dolor agudo al presionar ciertos puntos anatómicos conocidos como “puntos dolorosos”. Si bien el dolor es parecido al que sentimos en las articulaciones, no es una enfermedad articular. La fibromialgia altera la percepción y el procesamiento del dolor a nivel del sistema nervioso central, lo que conlleva a un bajo umbral de tolerancia al dolor.

¿Cómo se detecta la fibromialgia?

Para llegar al diagnóstico de fibromialgia, basta con un buen control clínico, interrogatorio sobre síntomas y un examen físico exhaustivo y de laboratorio.

La fibromialgia ataca en mayor medida a mujeres y es más frecuente entre los 30 y los 55 años. Si bien existe una predisposición genética a esta enfermedad, situaciones como estrés, trastornos del estado anímico e infecciones virales pueden provocar o agravar los síntomas. El sedentarismo también es un factor adverso para aquellas personas predispuestas a desarrollar la fibromialgia.

¿Se puede curar la fibromialgia?

La fibromialgia es una afección crónica y no existe un tratamiento farmacológico para la cura definitiva. Sin embargo, existen muchas terapias alternativas para reducir los síntomas. Todas las actividades de bajo o nulo impacto pueden ayudar, como el yoga, baile, caminata o bicicleta. Los ejercicios de relajación y estiramiento, la gimnasia en el agua y el taichí pueden mejorar muchísimo los síntomas de cansancio, dolores y alteraciones del sueño.

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